Lo positivo fue que ya estábamos en Xico, Pueblo Mágico. De donde se estacionó el autobús, a la Iglesia de Santa María Magdalena, que era nuestro destino, teníamos que caminar más de 1 Km. |
Lo que aprovechamos para admirar las fachadas de las casas, así como curiosear en los establecimientos de artesanías, alimentos como los moles, licores lugareños y sobre todo las panaderías. |
Fachada típica. |
Otra. |
Un conjunto de 3 casas. |
Así caminamos hasta donde terminaba esta calle. |
Finalmente llegamos a la Iglesia. |
Lo primero fue sentarnos en una banca para reponernos; obtuvimos esta foto que muestra la calle por donde llegamos. |
El interior de la Iglesia. |
Uno de los altares. |
Admirable la decoración de los costados. |
Otro de los altares. |
Para admirar. |
Otro de los costados. |
Un acercamiento. |
Otro. |
Saliendo de la Iglesia por la parte posterior, se ve al fondo el Museo del Vestuario de la Virgen. |
En cuyo interior se exhiben los atuendos que en diversas ocasiones ha usado la Virgen. |
Como éstos. |
Y este otro. |
Un breve descanso antes de emprender la retirada. |
Salimos de la Iglesia para retornar por el mismo camino; ni siquiera pudimos visualizar el autobús; entonces, nos dimos cuenta que la distancia era cercana a los 2 Km. |
Ya dentro del autobús, tomamos camino para Coatepec. |
Estar en Xico y no probar el pan, es imperdonable; Rosi tuvo la previsión de comprarlo y la gentileza de repartirlo. |
Ya estábamos de nuevo en Coatepec. |
En donde captamos a la Iglesia. |
Gran acierto el de Rubén seleccionar el restaurante Casa Bonilla para comer, ya que la especialidad son los pescados y mariscos, con la expectativa de saborear una acamaya. |
Pero sí se distinguen las personas. |
Como aquí. |
Las acamayas no tenían el tamaño que en otras latitudes hay, pero si hubo langosta. |
Una mesa e 4. |
Y una de 6. |
Pompe y Yola con Ivonne y Sergio. |
No podían faltar los boleros románticos. |
Que a diferencia de otros lugares no eran cantados por un trío. |
Además, un trovador amenizó toda la tarde. |
Lo que motivó a los consuegros Rubén y Octavio a lanzarse con una serie de canciones. |
Que entonaron con gran sentimiento. |
Lo clásico: al final juntmos las mesas para mejorar el ambiente. |
El restaurante no solo ofrece lo mejor de pescados y mariscos, sino que tiene un agradable espacio con plantas, flores y pájaros. |
El jardín. |
Los pajaritos. |
Antes de retirarnos, se sentaron a tomar el fresco Beto, Lalo y Álvaro. |
Abordamos el autobús para regresar a nuestro hotel de Jalapa. |
Una vista del río cuando entrábamos a Jalapa, terminando así nuestro tercer día de viaje. |
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