Recuperamos una tradición: La tamalada.

En el día de La Candelaria, volvimos a reunirnos para la tradicional tamalada que suspendimos desde la pandemia; la sorpresa fue que llegó nuestro querido compañero Bruno Pecero Ríos, cuyo entusiasmo es digno de admiración; aquí lo vemos sentado, acompañado por Jose, Irene, Carlos y Héctor.

Quisimos verificar la elaboración de los tamales y esto encontramos en la cocina de La Rambla, en donde muy temprano se dieron cita los cocineros encabezados por el chef para satisfacer la demanda esperada en este día.

Nuestro mesero estrella Diego empezaba a servir los platones.

Una vista parcial de la mesa.

En el lugar de honor vemos a Bruno.

Y en el otro extremo a Felis con Elvia.

No hubo límite para probar todos los que fueran de nuestro gusto.

Verdes, rojos, de mole, de rajas con queso y de dulce, acompañados de un rico chocolate.

La foto del recuerdo; de pie: Jose, Bruno Pecero Ríos, Carlos Palacios Gómez e Irene; sentados atrás: Memo Cázares Aguilera, Luis Rolando Figueroa Noriega, Luis Alberto Fonseca Brambila, Felícitos Hernández Zúñiga y Elvia; sentados adelante: Héctor Barrera Jiménez, Arturo López Martínez, Felipe Varea Gilabert, Lilian y Luis González Sosa.

Antes de abandonar el lugar, el mesero casi nos obligó a jugar una ronda de dominó, con el beneplácito de Luis G. Sosa, Felícitos, Luis Alberto y Héctor.

Felicidad que se convirtió en tragedia, cuando los dos Luises propinaron tremendo cierre que hasta le sacamos foto, por aquello de que pudiera ser un récord mundial; cuenten los puntos ¡¡¡67!!!

 

Una tamalada con escasa concurrencia

Debido a compromisos sociales de algunos compañeros, nuestra tamalada de hoy fue deslucida en concurrencia, pero un gran éxito por la comida y con la ventaja de que sobraron tamales, con lo cual casi todos alcanzaron "itacate"; en la foto vemos la disposición de la mesa y una parte de los asistentes.

Antes de desayunar en amena plática Manuel y Felipe.

Luis intercambia impresiones con Octavio y Tina.

Mientras todos palticaban, el único callado era Claudio, en el extremo derecho.

Aquí también todos platicaban, menos Claudio, en el extremo izquierdo

Para empezar, un plato de frutas con yogurt.

Después huevos rancheros con frijoles refritos, pan y jugo de naranja.

Hubo quienes prefirieron chicharrón en chile verde, también con frijoles refritos.

Pero hubo quienes pidieron los huevos y también el chicharrón; a ellos les llevaron un platón para que se sirvieran a discreción.

Como aquí le hace Felipe.

Un acercamiento para ver el detalle; Felipe se estaba haciendo un taco.

Y entonces, todos callaron y se pusieron a comer.

Aunque algunos comían y platicaban.

El de chamarra guinda es mi nieto; observen que está comiendo y al mismo tiempo chateando en su celular.

Aquí estoy en el extremo izquierdo.

Y entonces, llegaron los tamales; muchos creyeron que no iban a poder con tanta comida.

Pero bien que le entraron a los tamales.

Que son únicos en México, pues son hechos al estilo Colombiano; gracias tocayo.

Margarita y Ladislao.

Carlos e Irene.

Rafa, Claudio, Ramón y Carlos.

Luis, Octavio, Tina y Vylma.

Joel, Manuel, María, Felipe y Luis.

Dimos por terminadas la hostilidades y terminamos por obtener la foto del grupo, de pie: Carlos Palacios Gómez, Joel Narváez Limón, Ladislao Bautista Ledo, Manuel Guerrero Del Castillo, Felipe Varea Gilabert, Luis González Sosa, Octavio De La Torre Biava, Claudio Flores Vargas y Guillermo Cázares; sentados: Irene, Margarita, María, Tina, Vylma, la esposa de Memo, Luis Rolando Figueroa Noriega y Rafael Paredes Uriza.

Antes de retirarnos, nos sacaron esta foto.

Con esta foto terminamos la reseña de otro festejo más, en donde las damas son factor importante para que no decaiga el ánimo.

Otra tradición: "La Tamalada"

El sábado 3 de febrero La Rambla nos abrió las puertas para celebrar el día de La Candelaria con la tradicional tamalada; y decimos que abrió las puertas porque puso a nuestra disposición todo el espacio del restaurante hasta las 13:00 hs., por lo cual no padecimos la estrechez del salón Dalí; un hecho que nos sorprendió gratamente a todos fue la presencia, junto con su hija Silvia, de Florentino Ortega que cedió ante la insistencia de su compadrito Armando López M.; en cuanto Florentino tomó asiento nos fuimos acercando para darle la bienvenida como aquí lo hace Álvaro.

De pie Zoilo y Bruno; sentados Florentino, Joel y Ladislao.

Panorámica de la mesa formando una herradura en donde se sirvió el desayuno; de entrada un plato de frutas; enseguida colocaron platones distribuidos a lo largo con aproximadamente 10 tamales cada uno de diversos sabores, de manera que cada quien podría servirse a su gusto y capacidad, ya que después vendría el desayuno; cabe mencionar que el costo de los tamales fue sufragado por los que tuvieron la fortuna de sacar niño en la rosca de enero, con nuestro agradecimiento a mi tocayo Luis González Sosa quien se encargó de toda la logística para proveerlos a tiempo y calientitos.

Otra vista de la mesa cuando estábamos en pleno desayuno que, por cierto, consistió en machaca con huevo, chilaquiles y frijoles refritos; café y chocolate a discreción.

En esta foto apreciamos a Silvia, Florentino, Joel, Ladislao y Bruno; a la derecha, en primer plano, vemos a Rebe.

Sergio, Ivonne, Claudio, su sobrino, Carlos, Irene y Valentina.

Al frente Rafa y atrás Luis, Cristy, Luis Rolando, Gonzalo, Sergio, Ivonne y Claudio.

Vicente, Rubén, Tere, Manuel, Felipe, Lalo, Judith, Estelita, Álvaro, Guille y Vilma.

Los mismos.

Otra vista.

Vilma al fondo y Rafa al frente.

Felipe, Lalo, Judith y Álvaro

Felipe Varea y Felipe Haro quien en ese momento se despidió ante la urgencia de llegar a un compromiso.

Lo clásico en este tipo de reuniones es que cuando se termina el desayuno, unos se paran para platicar con otros, mientras que la mayoría repite café o, como en este caso, chocolate.

Como pueden ver, las pláticas pueden ser de pie o sentados.

Aunque también hay quienes aprovechan para ver en su celular sea correos, whatsapp o mensajes, como aquí sorprendimos a Gonzalo.

Repentinamente se puso de pie Zoilo para comentar sobre nuestro próximo viaje preparado por Rubén.

Invitando a Rubén a que explicara los detalles del viaje, cosa que hizo con mucho gusto.

Rubén comentaba que el viaje sería de 5 días por varios lugares atractivos de Veracruz como Orizaba, Córdoba, Tlacotalpan, Coatepec, Xico y Perote.

No lo mencionó, pero ya con anterioridad habíamos acordado eliminar el plan de hacer el viaje por la Sierra Gorda, ante una serie de inconvenientes detectados muy a tiempo.

Luis y Armando pidieron retratarse con nuestro decano Florentino.

Nos dio envidia y pedimos nos tomaran también una foto con él.

Una hazaña es lo que han logrado estos personajes; en medio Florentino Ortega que en septiembre de este año cumplirá 90 años; a su izquierda Claudio Flores que en noviembre de este año cumplirá 86 años y Armando López M. que en agosto cumplirá 85 años.

Pedro Alvarado, en el extremo izquierdo, se incorporó al grupo aduciendo que él también era longevo, aunque no tanto, pues él cumplirá 83 años en septiembre próximo.

Felipe se tenía que retirar, así que antes le tomamos esta foto.

20 de los 22 asistentes: de pie Rafa Paredes, Rubén Serros, Pedro Alvarado, Bruno Pecero, Manuel Guerrero, Lalo Fernández, Héctor  Barrera, Joel Narváez, Zoilo Mendoza y Álvaro González; sentados, Luis González S., Armando López M., Florentino Ortega, Luis Rolando Figueroa, Gonzalo Luna, Sergio Quezada, Vicente Rocha y Claudio Flores; contando a los 2 Felipes que no salieron en la foto, fuimos 11 Mecánicos, 9 Electricistas y 2 Electrónicos.

Las distinguidas damas que nos acompañaron: de pie Ivonne Quezada, Irene Palacios, Valentina Mendoza, Margarita Bautista, Vilma González y Rebe Alvarado; sentadas Tere Serros, Judith Fernández, Estelita González, Cristy Figueroa, Guille Rocha y Jose Pecero.

Todo había terminado pero ya es costumbre que las despedidas sean interminables.

Pues algunas seguían platicando.

Y otras se daban el abrazo antes de desalojar.

Como aquí están a punto de dárselo.

Mientras tanto, Lalo seguía haciendo cuentas de lo recaudado para liquidar el servicio; pagó 40 desayunos aunque la asistencia fue de 38; nos falló una pareja.

Ya de salida seguía la tertulia.

No paraban de platicar.

Otra vista.

Varios grupitos.

Hasta que dieron las 13:00 hs.  en que debíamos de retirarnos, ya que los meseros tenían que acomodar las mesas de costumbre, para los parroquianos que a esa hora empiezan a llegar.