24 febrero 2020

Octavio De La Torre cumplió 83 años.

Así luce Octavio De La Torre Biava a sus 83 años; el día de hoy lo festejamos con un excelente pastel que horneó Tina y 2 botellas de vino tinto que él invitó.
Bridamos por su felicidad y porque siga con ese ímpetu y fortaleza que todavía conserva, después de haber dedicado toda su vida a dotar de agua a los habitantes de esta Ciudad de México; bridamos con cerveza, ya que el vino estaba reservado para la comida. 
Menos Felis, quien aborrece cualquier bebida espirituosa y brinda con limonada.
Los que estábamos en un extremo de la mesa.
Y la mesa completa con 11 comensales; después llegaría Rafa con el que completamos 3 mesas de dominó.
De entrada nos ofrecieron sopa yucateca ,cocinada a base de verduras con pollo.
O un caldo ranchero que es más picoso y con carne de res.
Después una enfrijolada de chorizo con queso, crema y lechuga.
Y para finalizar, puntas de filete de res en chile pasilla, con rodajas de cebolla y arroz blanco.
Para los que no gustan de esta botana que es totalmente gratis, la carta ofrece platillos gourmet, como esta mojarra al mojo de ajo, de un Kg., peso garantizado, que pidió Felis.
Esta mojarra también la pidió Lobito, quien se quedó pensando en la imposibilidad de terminarse tamaño animal; y así fue, solo pudo con la mitad.
Destaparon las 2 botellas de vino y ahora sí brindamos con él, menos Felis que seguía con su limonada.
Tampoco Juan Manuel toma ni vino, ni cerveza, ni nada que huela a alcohol.
Después de la comida formamos 3 mesas de dominó dentro de nuestro torneo; aquí quedaron Bruno, José Luis, Lobito y Octavio.
Y en esta otra, Joel, Rafa, Jesús y Felis.
Y en la última, Felipe, Juan Manuel, Memo y Luis Rolando.
Llegó el pastel elaborado en casa por Tina, al cual colocamos 2 velas con la tremenda cifra de 83.
Aquí vemos a Octavio en el preciso momento de apagar las velas, aunque haya sido virtual, pues con el corona virus en acecho, no podemos esparcir contaminantes.
Apagar las velas es una costumbre muy arraigada entre los mexicanos, que merece el testimonio de los presentes, lo que aprovechamos para obtener la foto; de pie, Joel Narváez Limón, Felipe Varea Gilabert, Armando López Mendoza, Rafa Paredes Uriza, Jesús Mercado y Memo Cázares; sentados, Luis Rolando Figueroa Noriega, José Luis Peralta Solorio, Octavio De La Torre Biava, Felícitos Hernández Zúñiga, Bruno Pecero Ríos y Juan Manuel Lucia Ibarra.
Terminamos de comer el pastel, pero a Octavio le sirvieron otra ración, lo que fue motivo para continuar la plática y obtener la última foto de esta jornada que fue inolvidable, tanto porque tuvimos la ocasión de convivir con Octavio, como por habernos juntado 12 compañeros.

21 febrero 2020

Nostalgia; 21 de Febrero del 2000

Hace 20 años, el 21 de febrero del 2000, empezamos el siglo con un desayuno que no tuvo nada en especial, salvo reunirnos para convivir y degustar el bufet que en aquel entonces ofrecía el restaurante del Campo Marte: abundante, de buena calidad y barato; en esta foto vemos a una parte de la concurrencia que en total sumamos 37 comensales (21 compañeros, 14 esposas y 2 hijos)
Otra vista de la mesa.
Para empezar, Benjamín Enríquez tomó la palabra refiriéndose a lo que habíamos logrado en aquel entonces, con 37 años de vida profesional y una edad promedio casi de 60 años.
Otro aspecto del discurso de Benjamín.
Luis Rolando agradeció la presencia de tan distinguida concurrencia.
Y remató Virgilio Arlanzón con unas palabras que nos hicieron recordar nuestra época de estudiantes.
No podía faltar Héctor, el hijo de Javier Chávez y que sin duda era el más pequeño de los hijos de todos los compañeros.
A quien ya le gustaba hacerle bromas a su papá.
Los oradores captaron la atención de los comensales.
Algunos se hubieran levantado gustosos a servirse el bufet, pero teníamos que escuchar primero a quienes se esforzaban por dar un mensaje.
Sin embargo, Juan Manuel Lucia no pudo más y se hizo un taco de chicharrón en chile verde.
Mientras otros nos conformábamos con tomar café.
Así se veían en un lado de la mesa.
El hijo de Hancel con su laptop.
Aquí se acababan los discursos y ahora sí, a servirse el bufet.
Y todo cambió; la algarabía no se hizo esperar, pues todos platicaban entre sí.
Lalo y Virgilio.
Miguel, Javier y Luis Rolando.
Armida y Rebe.
Octavio y Toño por un lado y al fondo Pedro, Rebe. Armida y Juan.
Todo había terminado y empezaban las despedidas que, como han de imaginar, son interminables.
Gonzalo, Juan Manuel, Miguel, Beto y Jacobo.
Benjamín, Javier, Juan y Virgilio.
La foto de los 37 asistentes; de pie, Juan Manuel Lucia Ibarra, Jacobo Chiprut Godina, Amílcar González Padrón, Alberto Algranti Yomtov, Gonzalo Quiterio Cruz, Miguel Galván Portillo, Primitivo Calderón Rodarte, Luis Rolando Figueroa Noriega, Virgilio Arlanzón Rivero, Irma, Benjamín Enríquez Teruel, Ana Eugenia, Arturo Ortiz Marbán, Ladislao Bautista Ledo, Margarita, Javier Chávez Villaseñor, Héctor, Juan Vázquez Lombera (q.e.p.d.), Maggy, Lalo Fernández Parriego y Hancel Díaz Gardida; sentadas, Isabel, Tere, Cristy, Martita, Ignacio Fromow García, Lulú, Tina, Octavio De la Torre Biava, Toño Nava López, Pedro Alvarado Villafuerte, Rebe, Armida, Judith, Álvaro González Macías (q.e.p.d.), Mari Carmen y su hijo.
Podemos decir ¡¡¡que coincidencia, 37 asistentes y 37 años de haber egresado!!! y un recuerdo triste: de los 21 que estamos en la foto, Juan y Álvaro ya no están con nosotros, descansen en paz.

20 febrero 2020

Visita gourmet: el cabrito de La Florida.

Como parte de nuestras visitas gourmet, hoy nos tocó comer en La Florida, cuya especialidad es el cabrito; aquí lo primero que hacen es servir platos de un guacamole excelente y tortillas para empezar a taquear, al mismo tiempo que Zoilo nos incitaba al primer brindis; el última de la fila de la izquierda es Lalo, el hijo mayor del Lobito.
El segundo brindis fue cuando ya nos habían servido una botanita.
Acompañada de una cerveza bien fría.
Este fue el plato cortesía de La Florida: un caldo de camarón.
Aunque, como ya dijimos, la especialidad es el cabrito, también ofrecen muy buenos platillos, como este robalo de la casa que pidió Felis y que está cocinado en salsa de flor de calabaza, acompañado de arroz blanco, pimientos y calabazas partidas a lo largo
O este robalo a la Navarra, cuyo sabor peculiar lo da el jamón serrano que lo envuelve; lo sirven con elotitos baby y una ensalada a base papas con el aderezo secreto de la casa y cilantro.
Bruno no se quedó con el antojo y pidió este plato de machitos para hacerse más tacos con guacamole.
Aquí vemos a Felis, su pescado, el celular y al otro lado su hijo Hugo, reportándose desde Chicago.
Ya habían llegado los pescados y los machitos, pero seguíamos esperando los cabritos.
Hasta que por fin llegaron; pierna para Felipe.
Y espaldilla para Rafa, Zoilo y Lobito.
Un acercamiento para que aprecien la espaldilla.
Mientras tanto, a Felis le llevaron un tazón de crema de flor de calabaza.
Poco a poco se llenaban los platos auxiliares de huesos.
Y casi para terminar, nos tomamos la foto del grupo: Zoilo Mendoza, Armando López M., Felícitos Hernández, Luis Rolando Figueroa, Felipe Varea, Rafa Paredes y Bruno Pecero.
De ahí nos fuimos a las oficinas de Lobito en donde jugamos una ronda de dominó, con unos buenos tragos de Torres 15.
Que Lobito nos invitó, como buen anfitrión que es.
Y aquí el último brindis; realmente pasamos una tarde agradable.

Cumpleaños de Luis Rolando

Hoy, lunes 1° de abril, nos sorprendió Zoilo no solo porque llegó más temprano que lo habitual, sino por su elegante traje que para estas al...