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28 abril 2011

Hace 10 años: el trasplante de la higuera

Hace 10 años, el 28 de abril del 2001, las Generaciones 59, 60, 61 y 62 trasplantamos un pie de la higuera ubicada en Zacatenco; la foto nos muestra un evento histórico: los Presidentes de estas Generaciones hacen el trasplante del pie; ¿porqué histórica? para los que no saben la historia les puedo comentar que en un artículo de Emilio Carranza Castellanos publicado en El Heraldo de México el día 23 de marzo de 1996 ( estoy cierto de que la reseña original fue de Jesús Flores Palafox pero no encontré el antecedente), dice "La higuera es un árbol que alcanza hasta más de 6 metros de altura, siendo originario de Caria en el Asia Menor, el fruto de esta planta es el higo que es blando, dulce y de un color externo verde, negro o morado; por dentro el que algunos consideran que es un receptáculo carnoso está lleno de semillas. Pues bien, del oriente llegó a España cuando la dominación de los Moros y, se dice, que el padre de Hernán Cortés, el capitán Martín Cortés, envió en una de las naves que cruzaron el Océano Atlántico hacia la Nueva España una variedad de animales y plantas entre las cuales llegó la higuera. Señala el ingeniero Jesús Flores Palafox que Cortés plantó la higuera en uno de sus solares que llamó "Huerta de Santo Tomás", en donde se reprodujo y sus retoños  se distribuyeron a varias casas de familias españolas entre las que se encontraban, según citan algunos historiadores, la que ocupaba la familia de Don Alonso de las Casas, originario de Illescas de la provincia de Toledo. Dicha propiedad se localizaba en la calle de Tiburcio y estaba marcada con el número 5 y hacía esquina -dice Lauro López Beltrán- con el convento de Regina; esa calle es ahora una de las que forman la Av. Uruguay y está entre Bolívar e Isabel la Católica. Del matrimonio de Don Alonso de las Casas con Doña Antonia Ruíz Martínez, nacieron once hijos, entre ellos el que sería años más tarde el primer Santo de América: Felipe de Jesús  de las Casas; López Beltrán menciona que Felipillo era un niño muy travieso y que cuando cometía una falta, su madre exclamaba: -¡Felipillo Dios te haga un Santo"!- a lo que su aya decía: -"Será un Santo cuando la higuera reverdezca"- refiriéndose a que la planta que se desarrollaba normalmente de pronto se había secado (aquí quiero hacer una acotación: Jesús Flores Palafox nos comentó en una ocasión que la frase exacta fue "es más fácil que la higuera reverdezca a que Felipillo llegue a Santo"). Felipe de Jesús de las Casas fue martirizado en Japón y posteriormente crucificado en Nagasaki, muriendo el 5 de febrero de 1597. Ese mismo día Juana Petra, la negra que había sido su aya salió a regar las plantas y cual sería su sorpresa cuando vio que la higuera había reverdecido echando muchos brotes nuevos por lo cual maravillada empezó a gritar:-"¡Felipillo Santo! ¡Felipillo Santo!".
"Pronto se difundió ese notable hecho y de todos los conventos de la ciudad empezaron a solicitar retoños de esa higuera, entre ellos el de San Lorenzo, en cuyo patio se sembró por los años de 1600 o poco después (aquí también tengo otra versión, pues en esa plática, Jesús Flores Palafox nos comentó que la higuera, no un retoño, había sido trasplantada al Convento de San Lorenzo debido a que su propietario tenía necesidad de remodelar su inmueble y designó al Convento como digno depositario). Por muchos años la higuera fue fiel compañera de las religiosas de San Jerónimo y del orden de Jesús María, fundadoras junto con Don Juan Chavarría Valero y Doña María Zaldívar Mendoza de ese claustro."
"En 1867 fue instalada en el edificio del ex-convento de San Lorenzo la Escuela de Artes y Oficios para varones y desde 1915 se establece la Escuela Práctica de Ingenieros Mecánicos y Electricistas. La vieja higuera fue testigo de estos cambios y el patio en donde se localizaba los estudiantes le llamaron el "Patio de la Higuera". Esta planta, señala el ingeniero Flores Palafox, permaneció ahí hasta 1980, año en que fue trasplantada a la ESIME Unidad Xocongo en donde un día se le encontró arrancada de su lugar y semiquemada (creo que es oportuno hacer una aclaración: el inmueble de la Esime Xocongo sufrió daños con el temblor de 1985 y fue desalojado, de manera que cuando ocurrió el atentado contra la higuera, ésta se encontraba en un lugar casi baldío y, supongo, sin vigilancia ni responsables de su cuidado), pero por fortuna un pie o retoño había sido sembrado en Zacatenco, en el jardín del Edificio 1 en donde cobija a los estudiantes con su sombra cuando éstos toman un descanso entre sus clases (cabe agregar que fueron los compañeros de la Generación 56-59 quienes llevaron el pie de la higuera de Allende a Zacatenco, ya que como se recordará, fue en 1959 que estrenamos 2 edificios de la ESIME Zacatenco; según comentó en su momento el Flaco Gallardo, el pie lo llevaron en caravana desde Allende y contrataron a un grupo de mariachis de Garibaldi para el festejo). Se espera que algunos retoños de esta nueva higuera regresen pronto a su lugar de origen: la ESIME instalada de nuevo en el ex-convento de San Lorenzo." El artículo de Emilio Carranza publicado en el Heraldo de México termina con un soneto que mas adelante lo presentaré. Les proporciono 2 datos: Emilio Carranza Castellanos es Ingeniero Electricista de la Generación 53 y Jesús Flores Palafox es también Ingeniero Electricista de la Generación 59.

Vemos la placa alusiva al trasplante de un retoño de la higuera, mientras el Ing. Manuel Zorrilla Carcaño, ex director de la ESIME y Emilio Olaya, Presidente de la Generación 60 participan en el Huelum; así, la higuera regresaba a donde siempre estuvo: al patio de la higuera.

En el patio principal se colocó una lona dando la bienvenida a la higuera; en la foto vemos al Ing. Gregorio Covarrubias De Labra (qepd), decano en ese entonces de la ESIME; sentado el Ing. Manuel Zorrilla Carcaño también falllecido, de la Generación 45; para un acontecimiento tan importante, debía haber un hecho sobresaliente y en eso fue protagonista Javier Méndez Durán "El Diablo" de la Generación 59 quien preparó una paella para cerca de 300 personas superando así el récord de Felipe Varea quien cada año nos prepara una paella para 100 compañeros de la Generación 62.

A la izquierda de la lona alusiva vemos a Roberto Almeida de la Generación 59, a Javier Chávez y al "Chango" Galván ambos de la 62 y al "Abuelo" Heredia (qepd) de la 61.

Compañeros de la Generación 62: "Chango" Galván, Javier Chávez, Felipe Varea y Lalo Fernández con sus respectivas esposas más Lulú Fromow.

Algunos compañeros de las Generaciones 59 y 60; entre otros: Vicente Bonilla, Flaco Gallardo, Emilio Olaya y Almanza.

El evento fue emotivo, brillante y rico en recuerdos, pero quizá lo más sobresaliente fue el ambiente de hermandad entre los asistentes, ya que la higuera es y seguirá siendo para siempre el símbolo de nuestra Escuela; un detalle que perdurará en nuestro recuerdo fue cuando el Ing. Jorge Díaz Serrano pidió nuestra atención porque cantaría varias melodías de su repertorio, entre las que no podía faltar "Como han pasado los años", momento en que los compañeros de la Generación 62 nos acercamos para saludarlo y felicitarlo.


Esta foto muestra sólo la tercera parte de la concurrencia; a la izquierda del Flaco Gallardo podemos ver a otro ex director de la ESIME, el Ing. Suárez Díaz. Finalmente, transcribo la parte final del artículo publicado por Emlio Carranza: "Edmundo Herrera Ruiz escribió el soneto Vieja Higuera del cual me regaló y autografió una copia y que dice: Cuantas veces has visto, vieja higuera/ inquietud y alegrías a borbotones/ y de la ESIME las generaciones/ abrevaron tu sombra compañera. Del tiempo a la distancia, yo quisiera/ no pronunciar románticos blasones/ sino expresar el símbolo que pones/ en la historia del tiempo, vieja higuera. Del tiempo viejo viste acontecer/ luchas del joven corazón bravío/ luchas de juventud, que en el ayer/ ostentan incipiente el señorío/ de nuestra raza indómita y señera. ¡Cuántas cosas tu sabes vieja higuera!"

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