Arturo Minero Olivera llegó a los 85 años.

Arturo Minero Olivera llegó de Guadalajara para disfrutar con sus entrañables compañeros un buen vino, una excelente comida, una rebanada de pastel y una ronda de dominó, todo ello por haber cumplido 85 años; viajó muchos kilómetros pero valió la pena, sobre todo por la convivencia en un festejo de trascendencia, por aquello de que no cualquiera cumple esa edad.

Los primeros en llegar.

Le siguieron Memo, Lobito y Lupita.

La chaviza.

A Zoilo se le hacía tarde para pronunciar su acostumbrado discurso.

Con tal vehemencia que casi nos hace llorar.

Zoilo hablaba y hablaba ante la distracción de Felipe.

El turno fue para el festejado, quien se solazó recitando el poema que hiciera famoso a Ramón López Velarde: La Suave Patria, dejando a la concurrencia insatisfecha. 

Pero no crean porque su interpretación haya dejado que desear, sino porque la multitud clamaba por escuchar su famoso Brindis del Bohemio.

Al término de su intervención, alzamos la copa para brindar porque conserve su salud y siga siendo feliz como hasta ahora.

El tercer acto consistió en disfrutar de los variados platillos que ofrece La Rambla, como este chile en nogada, que dicho sea de paso, corresponde solo a media orden.

O esta gigante torta de milanesa que hasta ahora nadie ha sido capaz de comérsela en un tiempo razonable.

Algunos prefieren una entrada a base de pasta.

Y como segundo tiempo, un pescado a la veracruzana.

O una paella.

En algunas ocasiones nuestro estómago ya no da para mas y nos conformamos con un camarón, eso sí, acompañado de una buena copa de vino tinto.

Para dar cabida a otros platillos que debemos probar, aunque sea en pequeñas porciones.

Terminada la comida, pasamos al protocolo de apagar las velas y partir el pastel, lo que hizo el festejado con gran regocijo.

La foto del recuerdo; de pie: Raúl, Héctor Barrera Jiménez, Zoilo Mendoza Núñez, Bruno Pecero Ríos, Joel Narváez Limón, Carlos Palacios Gómez, Memo Cázares Aguilera y el festejado Arturo Minero Olivera; sentados: Felipe Varea Gilabert, Sebastián, Luis Rolando Figueroa Noriega, Armando López Mendoza y Lupita.

Para terminar con la ronda de dominó.

En una mesa Héctor y Lobito en contra de Felipe y Luis Rolando.

En otra mesa, Bruno y Zoilo en contra de Memo y Joel.

Y en la tercera mesa, el ayudante de Carlos y Sebastián en contra del festejado y Alain.

Todavía el destino nos deparaba una sorpresa: de repente llegaron dos amistades de Zoilo, pero no crean que eran cosa común, sino verdaderas personalidades que llegaron desde la mismísima Rusia para saludar a nuestro amigo; captamos el momento en que nos era presentado.

Zoilo con sus dos amigos rusos, cuya estatura casi llegaba a los dos metros.

Mientras Zoilo y sus amigos se enfrascaban en amena plática, Joel Bruno y Arturo también se enfrascaban, pero en la jugada de dominó.

Entonces Zoilo optó por presentarme personalmente a uno de ellos, con quien dialogué en ruso, pero como yo no entendía nada, obtuve ayuda del interlocutor que la hizo de intérprete.

La foto del recuerdo para nuestros amigos rusos, que podrán presumir haber estado en una de las cantinas más emblemáticas de la Ciudad de México.