19 noviembre 2010

Viaje a Oaxaca; visita a Montealbán; 5 noviembre 2010

Desde las 8 de la mañana del jueves 5 de noviembre empezamos a llegar al restaurante del hotel; nos llevamos una grata sorpresa al reencontrarnos con Virgilio Galindo Pastelín de la Generación 65, quien en la foto nos saluda junto a su esposa Chayito.
A diferencia de lo que ofrecen en el mercado, aquí viene la gente a disfrutar del bufet que, dicho sea de paso, es casi igual al de hoteles similares de otras partes del país; quizá lo diferente está en el chocolate como alternativa del café, los chilaquiles de caldo de frijol y que los sopecitos los hacen con asiento que viene a ser la manteca de cerdo; aquí vemos a Loli, Efraín y Beto.

En los extremos Barbarita y Oscar que llegaron directamente de Veracruz en un transporte aéreo especial, comunmente llamado ADO, acompañados de Joel y Felipe.


Fidel, Amalia, Lupita y Marina (hija de Fidel).


Rosi, Guille y Vicente.




Armando, enmedio de su cuñada y del Gato.



Orlando, Pily, Caro y Miguel.



Juán, Armida, Margarita, Rosy y Caco.




Cuca, Dionisio (amigo de Gonzalo Luna), Judith y Lalo.




Estelita, Tere, Rubén y Álvaro.





Yvonne, Eréndira, Samuel y Sergio.




"Lobito", Lupita, Rafa y la cuñada de Armando.




Lupita, su hermana, Cristy, Bruno y Jose. Después de esta foto abordamos los autobuses con rumbo a Montealbán; consecuencia de la buena organización, fue el hecho de que cada autobús contó con un guía, contratados ambos por Rubén, ante la actitud del Gobierno del Estado quién negó este servicio aduciendo suspensión de actividades por la próxima entrega al Gobierno en turno; en el trayecto Yvonne tomó el micrófono, en los 2 autobuses, para complementar algunas referencias históricas de los guías.




Montealbán está relativamente cerca de Oaxaca, pues una hora después ya estaba el "Gato" organizando la ejecución de los ejercicios que acostumbra dirigir para recargar el cuerpo de energía; será sugestión o será realidad, lo importante es que quienes estuvimos en las pírámides cuando visitamos Morelia, hemos desbordado tanta alegría, disposición y entusiasmo durante los últimos 3 años, que seguimos participando en las reuniones con jugada de dominó aún con fracturas.





"El Gato" en pleno trabajo; es a tal grado su sapiencia sobre el tema, que personas ajenas a nuestro grupo se integraron para hacer los ejercicios.









Vemos el círculo de participantes de un sólo autobús, pues los que venían en el otro se adelantaron con su guía.



Vista parcial con el Gato de espaldas.



Otra vista parcial.



Entre los participantes sobresalía Orlando por su estatura.





Se terminaba la sesión con el Gato motivando y dando indicaciones precisas. Esperamos que la energía cargada se conserve en nuestros cuerpos otros 3 años cuando menos.






En turno nuestro guía quién daba las explicaciones necesarias.





Otra foto con el guía de espaldas.





Parte del grupo escuchando a nuestro guía.





Vemos el lugar en donde empiezan los vestigios; arriba están las pirámides.





Estábamos apenas en la parte baja de las ruinas, lugar en donde vivía la población




Vemos el acceso a la tumba de una vivienda comunitaria (algo parecido a una vecindad); ni lo Mixtecos ni los Zapotecos tenían idea de que hubiera un infierno y un cielo, de manera que depositaban a sus difuntos en la parte baja de las casas para visitarlos y de alguna manera "convivir" con ellos.






Llamó mucho la atención la tumba.





Foto tomada desde donde inicia el recorrido, viendo hacia el valle de Oaxaca. A la derecha vemos un pequeño árbol en donde crecen flores blancas precisamente en esta época del año; se cree que los españoles bautizaron a este cerro Monte Albo porque vieron a lo lejos todo de color blanco debido a las flores.




La barda de piedra que se ve al extremo derecho, corresponde a los linderos de una vivienda comunitaria.




Otra toma de las ruinas de una vivienda comunitaria.





Abajo vemos lo que quedó de las casas y arriba la explanada hecha por sus habitantes a partir de un cerro y a lo largo de varios siglos, para alojar a las pirámides.




En cuanto vieron este frondoso árbol, Efraín y Yola recordaron a sus ancestros y pretendieron treparlo; aquí en su primer intento.





Después de 10 intentos Efraín se da por vencido; en cambio, Yola persiste; a eso se llama perseverancia.




Nos dio mucho gusto encontrarnos nuevamente con los compañeros de la Generación 57; aquí vemos José Gerstl Valenzuela, de México, Miguel Cervantes, de Guadalajara, y Fernando Lara, también de Guadalajara; en el extremo izquierdo vemos a Rodolfo Carballo.




Le pedimos a la esposa de Miguel Cervantes (¿o sería de Fernando Lara?) que posara con Cristy, Loli y Yola para la foto.




Vista de la cancha en donde efectuaban los juegos de pelota.






Parte de las ruinas.






Otra vista.




Captamos al Gato antes del recorrido por la pirámides.




Esto más bién parece un paisaje.





Nuestros compañeros haciendo el recorrido.





El guía del otro grupo dando las explicaciones (foto cortesía de Julio Guillermo)




Vista lateral de una de las pirámides (foto cortesía de Julio Guillermo)




Una parte del conjunto de pirámides (foto cortesía de Julio Gullermo).





Foto tomada desde la parte alta de una pirámide (cortesía de Julio Guillermo).




La misma toma pero más cercana (foto cortesía de Julio Guillermo).




Otra foto proporcionada por Julio Guillermo.




Última foto proporcionada por Julio Guillermo.




Los 2 grupos retornábamos para abordar los autobuses; antes, una foto de los primeros en llegar.




Nos tomamos la última foto antes de partir con destino al Convento de Santo Domingo.



















































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