Al fondo podemos ver el momento en que Gustavo Alfaro abraza a su chómpira de toda la vida, Rubén Serros.
El atractivo del portal que colinda con el bar del hotel, es un conjunto cubano que ameniza con singular alegría y que no es necesario describir pues todos sabemos del ritmo cubano. Nuestro compañero "El Gato" no tuvo empacho en cantar una del bárbaro del ritmo Beny Moré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario