No obstante la desvelada, al día siguiente que fue domingo, ya estábamos desde temprano desayunando en el patio principal del hotel. Aquí sorprendimos a Raquel Belio con su esposo, su hijo, su nuera y su nieto de 15 años, bastante alto por cierto, y su pequeña nieta, cuando se acercaba Juán a saludarlos.
Otra de las mesas en el desayuno bufet.
El entusiasmo y alegría de Manuel Cantón se pusieron de manifiesto cuando bailó con Rosy al acorde de la música que estaba amenizando el desayuno. Esto es lo bueno de nuestros viajes pues nos contagian de optimismo.
La alberca del hotel en uno de los patios.
Otro de los patios del hotel que cuenta con sólo 21 habitaciones pero con una extensión considerable.
Con Raquel Belio y su esposo, después del desayuno.
En el bar del hotel brindando con café capuchino, muy sabroso por cierto.
Haciendo tiempo para bajar el desayuno y que llegara el autobús.
En amena charla disfrutando de la compañía y del paisaje.
Que coincidencia: Oscar se encontro a sus comapñeros del club del danzón de Veracruz y posó con ellos.
Antes de abordar el autobús rumbo a México con escala en el Restaurante Pegueros.
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