Otra vez, pocos pero selectos.

Nos resistimos a que el destino nos alcance; mientras nuestros compañeros viajan por todo el mundo disfrutando de los placeres propios de nuestra edad, los pocos que quedamos no perdemos el entusiasmo y continuamos con nuestras reuniones semanales que por nada nos perderíamos, principalmente por el placer de brindar con la bebida de nuestra preferencia.

Y también por la botana que gratuitamente nos ofrece La Rambla; aquí vemos a memo con el primer platillo: la clásica sopa de fideo.

O un puchero de res que fue de la preferencia de Luis Alberto, como segunda opción.

Mismo que aquí les presentamos.

El segundo platillo: un par de tacos dorados de papa, con lechuga, queso y crema.

Cuyo tamaño aquí podemos observar.

Mi tocayo en amena plática, mientras servían el platillo principal.

Alain y Sebastián muy tristes esperando su platillo.

Pechuga de pollo Cordon Bleu rellena de queso y jamón, acompañada de ensalada de lechuga.

Pero lo que más disfrutamos es la jugada de dominó, por lo que de inmediato tomamos nuestro lugar; en esta mesa Alain y Memo en contra de Héctor y de Sebastián (de espaldas).

Mientras en la otra mesa llagaba Felipe, vean en que se entretenía Lobito: este juego se llama solitario.

Se completó la mesa; Felipe y Luis Alberto en contra de Lobito y Luis Rolando.

Los jugadores durante un receso.

Los asistentes: sentados Felipe Varea Gilabert, Lupita, Armando López Mendoza, Luis Rolando Figueroa Noriega y Héctor Barrera Jiménez; de pie, Memo Cázares Aguilera; Lilian, Luis Alberto Fonseca Brambila, Sebastián y Alain.

 

Festejando el Día del Ingeniero

Hoy, Día del Ingeniero, fue significativo porque la atención estaba puesta en 2 eventos: la  Eurocopa y y la Copa América, por lo que Sebastián, Alain y Raúl no perdían detalle en la TV.

Para botanear, Felícitos cumplió su palabra al ofrecernos las auténticas Acambaritas, el mejor pan de México que solo puede ser elaborado en Acámbaro.

También nos ofreció dos Kg. de queso, ingrediente inseparable en este pan partido por la mitad.

Preparar la Acambarita es un arte,  ya que una tapa lleva queso y la otra es untada con frijoles refritos.

Combinación que no fue del agrado del Lobito, quien prefirió lo de siempre: totopos untados de frijoles negros refritos.

Debido a imponderables que ya son rutinarios a nuestra edad, la asistencia fue escasa, por lo que empezamos a comer.

Nos sirvieron el primer tiempo.

La tradicional y también rutinaria sopa de fideo.

Que los aficionados al futbol no le hicieron caso.

La reunión se animó con la llegada de Bruno.

Quien fue recibido a base de abrazos.

Lo acompañaban su esposa Jose y su hija Karla.

El segundo tiempo fue lo que llaman coctel mixto, pero que en realidad es coctel de pulpo con 3 camarones.

Y como platillo principal, esta milanesa de pollo acompañada de espagueti tipo Alfredos.

Raúl, hijo de Felis y experto en vinos, ordenó nos abrieran dos botellas de vino blanco espumoso con cargo a la tarjeta de su papá, originando un brindis en honor de los 6 Ingenieros que tuvimos el buen tino de reunirnos en tan memorable día.

En esta celebración no podía faltar el pastel y la tradicional vela.

Foto tomada poco antes de que la vela se extinguiera.

El pequeño grupo que no perdemos el entusiasmo: de pie, Karla Pecero, Bruno Pecero Ríos, Felícitos Hernández Zúñiga, Sebastián, Raúl, Alain y Jose; sentados, Lupita, Armando López Mendoza, Luis Alberto Fonseca Brambila, Luis Rolando Figueroa Noriega y Héctor Barrera Jiménez.

Rematamos con las rondas de dominó; aquí vemos a Alain y a Sebastián felices de la vida porque estaban zapateando a Bruno y a Felis.

Lobito aprovechó un receso para saludar a sus amigos de la CFE, con los que coincidimos todos los lunes.

Los últimos 4 en retirarnos cuando ya caía la noche.

 

Frustrada celebración de cumpleañeros.

El día de hoy, con una temperatura abajo de los 23°C, habría una gran celebración por los 84 años que cumplió Felipe; los 89 de Felícitos y el onomástico de mi tocayo Luis González S., pero Felipe, a quien vemos en la foto, no se encontraba al 100 en su estado de salud y mi tocayo resentía el padecimiento de la columna, mientras que Felícitos se refugió en su pueblo, no por indisposición sino porque ahora su principal objetivo es disfrutar de buenos mariscos; para dar realce al fracasado festejo, Arturo López Martínez ofreció 2 botellas de buen vino importado, instrumento necesario para hacer los brindis de rigor. 

Así que una vez resignados a la ausencia de los pretendidos festejados, fuimos llegando a lo que antaño fue la cantina en donde nos consentían: La Rambla; en la foto vemos cuando hacía su aparición nuestro decano "Lobito".

Mientras, nos entreteníamos con los tradicionales totopos acompañados de frijoles negros refritos.

Cuando el número de comensales llegó a 10, creímos oportuno hacer el primer brindis.

Un poco retrasado llegó mi tocayo Luis Alberto, por lo que automáticamente alzamos nuestros vasos para hacer el segundo brindis, a sabiendas de que solo faltaba Arturo.

Estábamos por empezar el primer tiempo, cuando por fin llegó Arturo.

Quien discretamente dejó en la mesa dos botellas de este vino, cumpliendo así su promesa, pero ocasionando un problema para el encargado del negocio, quien después de discutirlo con su patrón, llegó a la brillante conclusión de que ese vino tenía un valor de aproximadamente $1700.00, por lo que el descorche ascendería a la nada despreciable cantidad de $850.00 por botella. 

Optamos entonces por el vino del país que ahí nos ofrecen por sólo $420.00 la botella, con cuyo contenido hicimos el tercer brindis. De izquierda a derecha: Sebastián, Arturo López Martínez, Joel Narváez Limón, Armando López Mendoza, Lupita, Lilián, Sergio Quezada Ramírez, Luis Rolando Figueroa Noriega, Luis Alberto Fonseca Brambila, Beto Hidalgo Cano y Luis Rolando Figueroa Quirino.

Después de lo cual nos sirvieron el primer tiempo: un consomé de pollo con verduras, para beneplácito de Arturo y Joel.

El segundo tiempo consistió en un sope con lechuga y queso, algo fuera de lo común porque en lugar de pollo contenía trozos de carne de res (nos dijeron que era arrachera).

Captamos a Lobito; Lupita y Lilian degustando el platillo principal.

Tiras de pollo empanizado con ensalada (nos dijeron que era milanesa).

Dimos por finalizada la jornada, cuando terminamos las rondas de dominó y ya se habían retirado Arturo y Luis Alberto; logramos juntarnos 7 compañeros.

 

Sorpresiva aparición de Nacho y de Bruno.

Muy agradable sorpresa nos llevamos cuando vimos llegar primero a Juan Ignacio acompañando a Felipe y después a Bruno quien, por cierto, muestra una franca recuperación y como no, si subió más de 10 Kg. de peso.

Mientras tanto, en el otro extremo de la mesa otras dos sorpresas: Sebastián y Joel luciendo un nuevo corte de pelo que, según dijeron, era para amainar el calor que todavía persiste en esta Ciudad; en primer plano vemos la botana de la botana, es decir, frijoles refritos con totopos para entretenernos.

Muy serio captamos a Beto, que por ser de los más jóvenes (apenas cumplió 83 años) ni a canas llega.

Juan Ignacio es recordado por habernos dado asilo mucho tiempo en su restaurante La Galubia, de gratos recuerdos por su excelente comida, buen servicio y trascendentes eventos que ahí celebramos

Sebastián y Nacho en agradable plática.

Hasta que llegó nuestro primer plato: un consomé de pollo con verdura y el tradicional componente a base de cilantro y cebolla picada.

Un poco retrasado llegaba Bruno.

Esta es la pequeña torta que pidió Lobito, a cuya vista Felipe no resistió la tentación de robarle una papa.

El siguiente tiempo fue un sope algo austero pues solo contenía frijoles, lechuga y queso.

Según Carreño, un sope debe saborearse ( y así está permitido) tomándolo con los dedos, pero nosotros somos muy meticulosos y preferimos el tenedor y el cuchillo, aunque, eso sí, no nos privamos de cubrirlo con la salsa verde típica de las cantinas.

Nacho, Bruno, Felipe y Lobito, una foto para la historia.

Afortunadamente pudimos armar dos mesas de dominó, a cuyo término tomamos la foto; de pie, Joel Narváez Limón, Felipe Varea Gilabert, Juan Ignacio, Beto Hidalgo Cano, Sebastián, Luis Alberto Fonseca Brambila y Alain; sentados, Luis Rolando Figueroa Noriega, Bruno Pecero , su esposa Jose y Armando López Mendoza.