12 noviembre 2022

Festejo por nuestro 60 Aniversario.

Este año debió haber sido de jolgorio y, como vulgarmente se dice, "tirar la casa por la ventana" para celebrar el 60 Aniversario de habernos graduado, pero la pandemia, la ausencia de queridos compañeros que se nos adelantaron al viaje del que ya no se retorna y los elevados costos  de un posible evento que deberíamos pagar por adelantado sin tener la certeza del número de asistentes, nos impidieron continuar con este plan.  

Afortunadamente, nuestro compañero Armando López Mendoza, mejor conocido como "Lobito", movió sus influencias, como  miembro del Club Campestre Monte Sur, para que ahí nos recibieran sin compromiso alguno y pudiéramos disfrutar de una comida informal.

Este Club dispone de amplios espacios verdes, en donde los miembros se la pasan sábados y domingos como verdaderos reyes, disfrutando de esas magníficas instalaciones, entre las que se encuentran amplias albercas para practicar la natación o simplemente para asolearse.

Está ubicado al sur de Xochimilco, cerca de un poblado de nombre San Pedro Jalpa, tomando la carretera a Topilejo, por lo que una alternativa puede ser llegar desde la carretera México-Cuernavaca y al cruce con Topilejo desviarse hacia Monte Sur, pero depende del día por el elevado tránsito de los fines de semana.

Dispone de varios salones, pero el restaurante principal es bastante amplio, como para dar servicio a 200 comensales, mientras que su cocina es basta en platillos (aproximadamente 200) y a precios más que razonables, al igual que las bebidas, con la ventaja de que cada quien puede pedir a la carta, en donde sobresalen los platillos típicos. Solamente 20 compañeros conservamos el entusiasmo para desplazarnos a ese bello lugar, por lo que, considerando a parejas, hijos, hijas, nietas y nietos, el número de comensales no pasó de 60.

La mesa principal estuvo conformada por el anfitrión Lobito, Lupita, Pedro Alvarado, Rebe y su familia, Octavio De La Torre, Tina, Zoylo Mendoza, Vale, Felícitos, su hija y 2 nietas.

Al frente Zoilo y Vale; Felis de espaldas con una de sus nietas.

Los mismos.

Lobito de frente y de espaldas el hijo de Pedro.

En la mesa lateral sorprendimos a Judy y a Lalo; al fondo Felis con otra de sus nietas y Zoilo.

Y enfrente captamos a Irene, Carlos y su hija.

En otra mesa se acomodaron Joel y su numerosa familia: hija, hijo, nietas y nieto, grupo en el cual, aunque usted no lo crea, están tres Joel Narváez y los 3 Ingenieros.

Y en otra mesa, Felipe, Mari, Esther y Arturo Ortíz M.

Siguiendo una de la más elementales reglas de urbanidad, Felipe se descubrió la cabeza para comer.

En la misma mesa vemos a Beto Hidalgo, quien se desplazó desde Celaya. A la derecha quedaron ubicados Bruno Pecero, Jose, su hija Adriana y su yerno.

Esther y Arturo.

Jorge Antonio Calderón, Arturo Minero (llegó de Guadalajara) y Manuel Guerrero.

La misma mesa.

En esta mesa identificamos a Sebastián, su mamá, el hijo de Lalo con su esposa y Alain de espaldas.

Héctor Barrera con su hija y nieta, más Agustín Mancera y Felis.

Ivonne y Sergio Quezada.

El hijo de Lalo y el mío con sus respectivas esposas.

Captamos a Manuel y a Judy cuando se acercaron a esa mesa.

Gaby, mi hijo Luis y mi nieto Alain.

Rubén Serros Guerrero tuvo la gentileza de ponerse de pie para dirigirnos una palabras alusivas a tan memorable acontecimiento.

El discurso de Rubén fue bien recibido por los asistentes que no perdieron detalle de su contenido. con un sentido tan profundo que consideramos conveniente publicarlo al final de esta reseña.

Antes de tomar la foto del grupo, captamos a Felis con su hija.

Aquí estamos los 20; de pie, Zoilo Mendoza Núñez, Beto Hidalgo Cano, Rubén Serros Guerrero, Lalo Fernández Parriego, Luis Rolando Figueroa Noriega, Agustín Mancera González, Felipe Varea Gilabert y Sergio Quezada Ramírez; sentados: Jorge Armando Calderón Gutiérrez, Bruno Pecero Ríos, Joel Narváez Limón, Carlos Palacios Gómez, Arturo Ortíz Marbán, Octavio De La Torre Biava, Felícitos Hernández Zúñiga, Armando López Mendoza, Pedro Alvarado Villafuerte, Arturo Minero Olivera, Manuel Guerrero Del Castillo y Héctor Barrera Jiménez.

Y aquí las distinguidas damas que nos acompañaron.

Finalmente, algunos de los hijos y nietos.

Antes de emprender la retirada, tomamos esta foto: Ivonne y Tere de pie; Sergio y Cristi sentados.

El hijo de Pedro Alvarado, la hija de Carlos Palacios, Tere, Rubén Serros, Mary, Carlos Palacios, Irene, Esther y Felipe Varea.

En el orden acostumbrado: Joel Narváez, nieto (Ingeniero); Joel Narváez, padre (Ingeniero) y Joel Narváez, hijo (Ingeniero)-

Felipe Varea, Judy, Cristi y Sergio Quezada.

Zoilo Mendoza, Arturo Ortíz M., Sergio Quezada, Ivonne, Felícitos Hernández, Esther, Héctor Barrera y Lalo Fernández.

Cristi, Esther y Judy.

Héctor Barrera flanqueado por su hija y Cristi.

Y aquí estoy.

Cristi y Rebe.

Concluimos la reseña de este memorable evento con la foto de 2 de los nietos de Lobito, Sebastián y Leonardo, su mamá, Alain y Bruno.

 Y como colofón, transcribimos el breve aunque sustancioso discurso de Rubén.


Queridos compañeros y amigos todos,

 

Sean bienvenidos a esta magna celebración de nuestros 60 años de haber salido de nuestra querida Alma Mater, la ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERÍA MECÁNICA Y ELÉCTRICA, 

60 años se dice fácil, pero representan toda una vida. Como olvidar aquel día de septiembre del ’62, en que algunos de nosotros montamos una Guardia de Honor en el Hemiciclo a Juárez y después nos fuimos a Bellas Artes a la Magna Ocasión en la que nos fue entregado el Diploma de Miembro de la Generación 59 – 62 de la ESIME. Ocasión memorable porque lo recibimos de manos de aquel gran Secretario de Educación que fue Don Jaime Torres Bodet. Como olvidar aquel impactante discurso que pronunció el Ing. Eugenio Méndez Docurro, Director General del Politécnico en aquellos años.

A partir de aquella noche salimos a enfrentarnos a los retos de la ya vida profesional, con un gran bagaje de ilusiones y anhelos de triunfo. Veíamos como todos los jóvenes horizontes promisorios al abrir los ojos en la realidad de la vida profesional. Atrás quedaban las angustias de nuestra formación, así como los placeres de la vida estudiantil. Recordamos con un enorme gusto los bailes en el edificio de Allende, fantásticamente decorados para la ocasión, con arreglos diferente en cada salón, donde tocaba cada una de las orquestas más famosas de la época; los Thés danzantes y todas las demás aventuras que vivimos.

Después de algún tiempo y con nuestros empleos formales, vinieron los compromisos matrimoniales que constituyeron la base de la formación de nuestras familias y la definición del rumbo de nuestras vidas. En esta ocasión al ver aquí reunidas a 2as. y 3as.generaciones, podemos decir: Hemos cumplido !!!

Aquí quiero hacer un paréntesis para mencionar un hecho de suma importancia: nuestra generación, es decir los que nacimos a finales de los 30’s y principios de los 40’s constituimos una generación extraordinariamente afortunada, porque fuimos testigos de todos los grandes avances en el mundo. En las comunicaciones conocimos aquellos teléfonos uni-punto a los que hacíamos girar una pequeña manivela y alguien contestaba en el otro punto; las 2 compañías telefónicas: Ericsson y Mexicana y los teléfonos con discado a base de pulsos; después los de touch tone a base de botones y ahora los teléfonos celulares llamados inteligentes. Conocimos el telex a base de cinta perforada, hasta tener hoy las comunicaciones instantáneas.

Conocimos las bases de la computación electrónica con el uso del bit (uno y cero), lo que constituyó el gran avance con aplicaciones en todas las actividades del mundo.

Conocimos también en los albores de nuestras vidas la gran conflagración que fue la 2ª. Guerra mundial y que aunque sabíamos que se llevaba a cabo muy lejos, no dejaba de infundir temor. Al final supimos del poder de destrucción de la bomba atómica que sufrió Japón.

En la industria automotriz conocimos desde los motores a vapor, invento derivado de la Revolución Industrial del siglo XVIII en Inglaterra, los motores a gasolina y carburador, muy ineficientes hasta los motores computarizados turbo y ahora con motores eléctricos.

Conocimos el nacimiento de los aviones de hélice y los enormes reactores con una gran capacidad de carga y pasajeros.

El bolígrafo, en principio llamada pluma atómica, que es ya un standard en nuestra vida diaria.

En esta época, estamos viendo el rápido desarrollo de la robótica y estamos a punto de utilizar la inteligencia artificial, que traerá un enorme cambio en las actividades de la vida cotidiana en el mundo.

Debemos estar muy orgullosos de la vida que nos tocó vivir y dar gracias a Dios, cualesquiera que sea su idea de Él, por estar todavía aquí con salud y vida, disfrutando de esta reunión con nuestros hermanos.

Para aquellos que se nos adelantaron en el largo viaje, quiero pedirles se pongan de pie para pronunciar un PRESENTE como un homenaje a su memoria.

Muchas gracias !!!!

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