31 octubre 2020

Semblanza de Ladislao Bautista Ledo.

 El pasado 23 de octubre del 2019. Ladislao Bautista Ledo tuvo la fortuna de cumplir 80 años; lo festejamos en grande con una comida en el Hotel Prado Galerías y es hasta ahora que estamos en condiciones de presentar su semblanza.

Ladislao Bauista Ledo; foto febrero del 2020.



SEMBLANZA

 ING. LADISLAO BAUTISTA LEDO

 

Nací en la ciudad de México, el dia 23 de octubre de 1939. Realicé mi educación primaria en la Escuela Valentín Gómez Farías y mi educación secundaria en la Escuela  Prevocacional número 5 del Politécnico, ubicada en el Casco de Santo Tomas; esta escuela fue mi primer contacto con el Politécnico; mi boleta es la 64,723.  En este Casco de Santo Tomás, el futbol americano era el deporte mas importante, por lo que no pude resistir  practicarlo, en 1956 en la categoría juvenil, con el equipo Biología que entrenaba nuestro compañero de Generación Sergio Armenta; en este equipo también jugó otro compañero de la Generación, nuestro buen amigo Sócrates Díaz; por unos meses este deporte fue lo más importante para mi; por cierto, ese fue el único año que pude practicarlo pues los campos de entrenamiento quedaban muy lejos de mi domicilio y, además, mis calificaciones empezaron a bajar, por lo que muy a mi pesar tuve que abandonarlo; anexo una foto del equipo Biología  en donde aparezco con el numero 62, en el extremo derecho Sergio Armenta y Sócrates Díaz  con el número 70.

 

Adiós a la Prevocacional 5.  Los tres años en la Prevo 5 pasaron volando y sólo me quedó el recuerdo de aquellos años maravillosos; en una ocasión, como 25 años después de haber salido de la Prevo, sentí nostalgia por mi escuela y quise ir a verla aunque fuera de lejos, pero que tristeza, ya mi escuela no existía (la habían demolído y no quedó nada) más, sin embargo, todavía hoy a mis 80 años la recuerdo con cariño y la vuelvo  a ver en mi imaginación.

 

La Escuela Vocacional Número 2. Del primer año en la vocacional 2 recuerdo al inolvidable Maestro de Geometría Descriptiva, Alberto Camberos y a la Maestra de Literatura, Batres; de compañeros de salón, recuerdo a David Ricardo Pastrana, a los hermanos Germán y Francisco Jasso, Fidél Rebolloso, Zoilo Mendoza, Raquel Belio, Victor Manuel Monsiváis,  Hermilo Casas Alvarez y al Chapo Abel Prado Martel; el primer año lo pasé muy bien y sin reprobar ninguna materia. En el segundo año, me dio clases el mejor Maestro que jamás haya conocido: Esteban Minor C. Desde el primer dia nos dijo, “yo llego a las 7 de la mañana y después de mi no entra nadie al salón” y lo cumplió al pie de la letra, él nos dio Cálculo Integral y para calificarnos hacía pruebas cada semana. Cuando pasaba a un alumno al pizarrón y no podía resolver algún problema, lo comparaba con su sirvienta Romualda (decía que su sirvienta era mas inteligente para resolver problemas).

 

Educación Profesional. Al inscribirme en la  ESIME me decidí por  la carrera de Ingeniería Mecánica; al principio tuvimos que llevar un curso propedéutico en  Allende 38; el Maestro que nos dio el curso fue Armando Fuentes López, el popular “Manitas” y fue el único curso que llevamos en este recinto; después de terminar el curso jamás volvimos a tener clases en Allende 38 pues nos cambiamos a Zacatenco, en donde sólo había dos edificios terminados; me  tocó estrenar el primer edificio en el grupo 1M1, en el que todos los compañeros nos mantuvimos muy unidos y pasamos juntos al 2M1 y después al 3M1; al finalizar el tercer año  realicé  mis practicas en la Refinería de Salamanca y después iniciamos el cuarto año; la intención era, como siempre, pasar todos al 4M1 pero se nos adelantaron algunos jóvenes de otros grupos y nos lo ganaron; entonces, para poder quedar todos completos en un solo grupo, optamos por el 4M5 cuyo salón estaba completamente desocupado y en éste nos quedamos todos los que veníamos del 3M1.

 

El grupo 4M5. En los 4 años que nos mantuvimos juntos, hicimos grandes amigos que aún después de 60 años de haber egresado, algunos sobrevivientes todavía nos reunimos de vez en cuando, lamentablemente la muerte  se ha ensañado con este grupo y se ha llevado a varios compañeros de los que recuerdo; Fidel Rebolloso, Oscar Amaro, Ronaldo Guinto, Rafael Rocha, Felipe Haro, Juan Vázquez Lombera, etc.

 

En diciembre de 1962 terminé los 4 años de la carrera profesional; ya pertenecía oficialmente a la Generación 59-62 de la ESIME y en esta fecha, al igual que todos mis compañeros, le dije adiós para siempre a mi querida ESIME.

 

Prácticas Profesionales.  En febrero y marzo del 1963  realicé mis prácticas profesionales en en  la terminal Valle de México  de Ferrocarriles Nacionales de México; fue en los talleres para mantenimiento y reparación de las locomotoras diésel; estudiamos  y practicamos todo lo  referente a los motores diesel de las locomotoras; al terminar estas prácticas, entregué en la escuela una constancia de la empresa de haber cumplido con las prácticas profesionales

 

Actividad Profesional. En abril del 63, por medio de la Oficina de Practicas que dirigía Margáin obtuve una carta  para cubrir una solicitud de Pemex, con la cual me presenté en la calle de Humboldt 47; se trataba del Departamento de Nuevos Proyectos; después de varias horas de  hacer antesala en la oficina del Subdirector, finalmente me recibió el  Ing, Juan José Salas Ochoa, a quien le entregué mi carta de pasante y la carta de la escuela que me dio Margáin; vio mis documentos, tomó mis datos y me dijo que regresara en una semana.

Efectivamente,  a la siguiente semana que fui a verlo me informó que me contratarían como Pasante de Ingeniero para trabajar en la construcción de la refinería de Ciudad Madero; giró instrucciones a sus secretarios para hacer la solicitud al Departamento de Personal de Pemex y en éste me dieron una orden para ser contratado en la refinería de Ciudad Madero.

 

Mención especial para el Ing. Juan José Salas Ochoa, un politécnico de corazón, pues ayudó mucho a nuestra Generación 59-62 y a otras generaciones, desde la Subdirección de SPCO.

 

Mi primer trabajo en la Refinería Madero.  Durante los trámites en las oficinas de Pemex,  me encontré con los compañeros de grupo: Guillermo Alcántara Guzmán  y Carlos León Franco, quienes también habían sido contratados para trabajar en ciudad Madero, por lo que nos pusimos de acuerdo para hacer el viaje a Tampico, el cual hicimos en los primeros días de mayo de 1963; los tres nos “embarcamos” en un camión Omnibus de México, cuya terminal, en aquel tiempo, estaba en Insurgentes Norte y nos dirigimos al puerto de Tampico.

 

EL día 11 de mayo de 1963, comencé a trabajar en la refinería de  Ciudad Madero como pasante de Ingeniero en la construcción de las plantas de la segunda etapa. El entrar a la refinería Madero fue para mi una gran experiencia pues se trataba de una instalación nueva (unas plantas ya estaban operando  y otras estaban en construcción); para mi todo era nuevo.

 

La refinería de Ciudad Madero se encontraba en plena operación, como son los generadores de vapor, los cambiadores de calor, las torres de enfriamiento,  las turbinas de vapor accionando  los generadores para alimentar la energía eléctrica de la refinería; por primera vez estaba viendo en vivo lo que en la escuela  estudié en los libros. Me asignaron a trabajar en la construcción de la planta MR de alkilación como ayudante de mi jefe, el Ing, Jesús Jiménez; la refinería había sido diseñada por la firma de ingeniería norteamericana ARTUR G. Mc KEE; me sentía muy a gusto porque la mayoría de los ingenieros de proyectos y construcción eran egresados de la ESIME (el Ing. Lora, Superintendente de Construcción, fue cuadro de  honor de su generación en la ESIME)

Lo primero que aprendí es que todo lo que se construye en la refinería debe cumplir con una especificación; los motores, los tubos, la pintura, el aislamiento, los cables eléctricos, etc., todo debe cumplir con una norma, hasta el tornillo más pequeño; en los planos de ARTUR G. Mc KEE estaba indicada la norma para cada material; todas las normas, por supuesto, eran de organismos  norteamericanos, como el ASME,  ASTM, API, NEMA, etc, etc. La firma McKee elaboraba también las listas de materiales, incluso había una oficina de MaKee en la refinería, de manera que cualquier duda con la ingeniería, era atendida por Mr. Bishop, una persona muy amable y con mucha experiencia.

 

Conozco a una persona.  Como a las dos semanas de haber comenzado a trabajar conocí en Ciudad Madero a una muchacha bonita con la que hice amistad, la señorita Margarita Guzmán y frecuentemente platicábamos; además de bonita era inteligente, por lo que traté de hacerme su amigo y así fue hasta  que al poco tiempo le pedí que fuera mi novia.

 

La Refinería de Azcapotzalco. En diciembre de 1963 de ese mismo año, fui comisionado a la Refineriaa de Azcapotzalco, que también fue diseñada por la firma de ingeniería ARTUR G. Mc. KEE y solo estuve trabajando muy poco tiempo, pues de ahí me comisionaron a la  Refinería de Salamanca.

 

La Refinería de Salamanca. En realidad se llama Refinería Ingeniero Antonio M. Amor, RIAMA  y en  octubre de  1964 fui comisionado a  la refinería de la Ciudad de Salamanca, lugar en donde fui asignado a la construcción de la planta catalítica TCC; en aquella época estas plantas eran lo más moderno para producir gasolina y la de Salamanca era la segunda de este tipo que se construía en México, por lo que solicité al Ing. Superintendente de Construcción me permitiera utilizar información de la planta para mi tesis; me dio el permiso y me facilitó la información disponible para ponerme a elaborarla; solicité también el asesoramiento del Ing Anel Aragón Bohorquez, quien era el Jefe de Construcción de la planta.

 

Cuando se terminó mi comisión en la Refinería de Salamanca, regresé a Ciudad Madero llevando conmigo toda la información necesaria para elaborar mi tesis; todos los días, al terminar las horas de trabajo, me dedicaba a darle duro a la tesis en mi máquina de escribir Remington, ya que aún no existían las computadoras; como tenía que dibujar varios planos, entre ellos el del reactor y el regenerador, labor que me quitaba mucho tiempo, tuve un retraso significativo, pero cuando consideré que  ya estaba muy avanzado, solicité permiso para ir a México a revisión con el Jefe de Carrera, después corrección de muchas hojas, luego la impresión, corrección de la impresión, repartir un ejemplar a los sinodales, fijar la fecha del examen y, finalmente, presentar el examen profesional.

 

El examen profesional. Presenté mi examen profesional en junio de 1965 con la tesis Previsión de los problemas de abrasión por catalizador en una planta desintegradora catalítica, después del examen sentí que me había quitado un gran peso de encima; posteriomente regresé  a Ciudad Madero, en donde me reporté con mi jefe, el Ing, Nicandro Núñez, para informarle que ya había presentado mi examen y también para solicitarle  el cambio de categoría. Continué trabajando en la Refinería Madero en la construcción de varias plantas de proceso, todas las plantas de la  refinería Madero tienen patente norteamericana, es decir, que aunque la refinería en su conjunto es diseño de ARTUR G. Mc KEE, cada planta tiene su propia patente.  

A los 27 años decidí que ya era el momento de formar una familia que, para mi, era lo mas importante en esa etapa de mi vida; sólo faltaba casarme y formar una familia con una compañera que compartiera los mismos valores, por lo que le propuse matrimonio a Margarita para formar esa familia, así que fijamos la fecha de la boda para el 21 de octubre de 1967 en la iglesia de Árbol Grande y recepción  en el salón de festejos de la Refinería Madero.

En 1970 nació mi primer hijo  que fue una niña, a quien le pusimos por nombre  Margarita, después nacerían José, Alejandra y Roberto.

 

Refinería Ing. Hector Lara Sosa en Cadereyta N. L. Se acercaba la fecha para inaugurar oficialmente la Refinería de Cadereyta y fui comisionado de 1978 a 1980 a ésta para dirigir la construcción de la primer planta catalítica y una planta combinada II (la planta combinada II consta de una planta de destilación atmosférica y de una planta de destilación al vacío y de ésta sale la carga para la planta catalítica). Cabe mencionar que, a diferencia de la Refinería Madero, esta refinería fue diseñada por ingenieros mexicanos, aunque la planta catalítica y el proceso, es patente de la compañía norteamericana Kellogg Brown and Root, mientras que la ingeniería de detalle es mexicana; al terminar la construcción, pruebas y puesta en servicio de estas plantas, me ascendieron  a Jefe de Ingenieros para trabajar en la construcción de la segunda etapa de la refinería de  Salina Cruz.

 

Refineria Antonio Dovalí Jaime en Salina Cruz.  En 1981, de la Refinería de Cadereyta pasé a la construcción de la segunda etapa de la Refinería de Salina Cruz, como Jefe de Ingenieros y en 1984 fui ascendido a Superintendente Local de Construcción en la misma de Salina Cruz, por lo que me me tocó dirigir a todo el equipo de construcción hasta dejar en operación todas las plantas de la segunda etapa de la refinería. Para empezar, a cada planta de la refinería se le elaboró un programa físico-financiero específico y se nombró a un ingeniero responsable por cada planta, cuya obligación era asegurar el cumplimiento del programa físico-financiero y tener un control detallado de todos los faltantes de ingeniería, requisiciones de materiales, supervisiones al contratista  sobre el avance de acuerdo al programa y elaboración de las estimaciones.

 Conforme avanzaba la construcción de las plantas, el trabajo era cada vez mas pesado, ya que todos los viernes llegaba en avión el Subdirector con un grupo de especialistas en diferentes disciplinas, con los cuales teníamos una junta para verificar el avance general de la refinería; esta junta se llevaba casi todo el día viernes de cada semana y así se trabajó hasta que se fueron treminando; a las plantas se les practicaron todas las pruebas y entraron a operar sin problemas.

 

La Refinería Antonio Dovalí Jaime  de Salina Cruz, en ese tiempo (1990), era de las más modernas y  fue diseñada por personal mexicano; las compañías contratistas, todas, fueron mexicanas y los ingenieros especialistas también mexicanos, la mayoría del Politécnico; con orgullo podíamos decir que ya teníamos firmas de ingeniería mexicanas y muy buenas, como Bufete Industrial y Procesos de México, entre otras; gran parte de las compañías constructoras y firmas de ingeniería, se quedaron con muy poco trabajo cuando se decidió suspender la construcción de refinerías; recuerdo con nostalgia que en esta refinería de Salina Cruz me tocó recibir y atender todavía a contratistas, entre los cuales había varios compañeros de Generación.

 

Refinería Miguel Hidalgo en Tula Hgo. Posteriormente, de 1989 a 1990, trabajé en la Refinería de Tula, Hidalgo, como Superintendente Local de Construcción,

Después de la Refinería de Tula, trabajé también para una compañía que se dedicaba a la construcción de plataformas marinas y plantas industriales para refinerías; en esta compañía, mi principal trabajo fue de auditor de los sistemas de calidad en los proyectos de la compañía.

 

Mi familia.- De las cosas buenas que me dejó la vida, fue tener por compañera a una buena esposa con la cual tenemos 53 años de casados y actualmente nos dedicamos, a tiempo completo, a cuidarnos el uno al otro; formamos una familia de 4 hijos a los que dedicamos nuestro trabajo y nuestro mejor esfuerzo. Margarita educándolos y cuidándolos y yo cuidando que no les faltara nada y aunque mi esposa siempre me dice que con ella me saqué la lotería, yo creo que los dos fuimos afortunados al encontrarnos.

 

Mi salud. Todo marchaba muy bien de salud hasta los 75 años, después de cumplir esta edad empezaron los achaques que se han ido agrandando; poco a poco he perdido el oído y hace 6 años me diagnosticaron mal de Parkinson, por lo que considero que mi esperanza de vida se reduce en forma significativa.

 

Mi gran Generación 59-62.  Pertenecer a la Generación 59-62 de la ESIME es algo muy satisfactorio, ya que en ésta tengo muchos amigos muy brillantes y destacados y en la cual nos hemos mantenido unidos; además, es una generación que ha estado muy activa durante tantos años, gracias a que ha tenido muy buenos Presidentes desde su inicio, que han trabajado muy duro en favor de la generación, como lo ha hecho nuestro  actual presidente Ing. Luis Rolando Figueroa Noriega.

 

Anexo  las siguientes fotografías

 

1   Fotografía tomada al equipo de futbol americano Biología categoría juvenil el domingo 22 de julio de 1956, en donde aparezco con el número 62,  Sócrates Díaz con el 70, Sergio Armenta el entrenador en el extremo izquierdo.

2   Con el director de Pemex  Lic Mario Ramón Beteta en una visita a la refinería de Salina Cruz

3   Exponiendo el  avance en la construcción de la refinería de Salina Cruz

4   Antes de casarme en  el Hotel de solteros de la refinería Madero

5   La  Srta. Margarita Guzmán antes de casarse, mi actual esposa

6   Mi familia

7   Con mis nietos



 

1.- El equipo Biología de categoría juvenil; aparezco  en la segunda fila con el número 62 y

con el número 70 Sócrates Díaz Martínez, compañero de generación y en el extremo derecho

Sergio Armenta, también de la generación 59-62  (domingo 22 de julio de 1956 campo Tepeyac)


2.- Con el Lic. Mario Ramón Beteta, en esa época Director General de Pemex, en una visita a la refinería de Salina Cruz; a la izquierda del Director, de guayabera, el Lic. Pedro Vázquez Colmenares, en aquel tiempo Gobernador de Oaxaca y a su izquierda  el Ing. Federico Montalvo, Superintendente General de la refinería.

3.- En el auditorio de la refinería de Salina Cruz, exponiendo los avances en la construcción de la misma.

4.- En el hotel de solteros de la refinería de Cd, Madero.


                                 5. - Srta. Margarita Guzmán del Angel


6.-  Mi familia: mi esposa con Margarita chica, José, Alejandra y Roberto


7.-  Al final de la vida con mis nietos: Nicole, Andrea, Mario Ivan, Juanito y Juan Pablo.


 

F I N



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