17 agosto 2020

Semblanza de Octavio Mendoza Villegas


En esta ocasión presentamos la semblanza de Octavio Mendoza Villegas, quien incursionó en la Armada de México, en donde tuvo la oportunidad de demostrar la capacidad de los egresados de la ESIME, engrandeciendo el prestigio de nuestra Escuela; Oaxaqueño por nacimiento, en el próximo mes de noviembre cumplirá 85 años.

Octavio Mendoza Villegas; foto de diciembre del 2019

SEMBLANZA.-  Octavio Mendoza Villegas. Generación ESIME- 61

       Soy Ing. Electricista, originario de Tamazulapan, Oax.  Cursé la Secundaria en un internado. En 1954 llegué a la CDMX a estudiar en la Vocacional 2, viví con un tío en Coyoacán y en varias casas de huéspedes para estudiantes, y al final en la calle de Nicaragua cerca de Allende donde estaba la ESIME. De la Voca recuerdo gratamente a mis maestros: Vicente Echevarría, Vianey Vergara, Camberos y la maestra Gracia Batres; no fui buen estudiante aquí, ni en la superior (en la Secundaria sí, fui abanderado), pero salí. Un año antes empecé a trabajar y el Ing. Manuel Álvarez, que recuerdo agradecido, me ingresó a Austroplán de México, S.A. donde él estaba.

       Siendo Pasante, entré a la Marina para hacer mis Prácticas, me incorporaron al Cañonero Guanajuato que lo rehabilitaban en los astilleros de Veracruz, y viví en el Casino Naval. El trabajo duró 2 años, pues le cambiaron el equipo motriz de turbinas de vapor a motores diesel, también los sistemas auxiliares: eléctrico, de comunicación y navegación, etc. Después de ir en prueba a Tampico, lo mandaron de base a Acapulco, entonces conocí el Canal de Panamá. Pasé al Transporte Usumacinta, de base en Manzanillo, Col. Este barco tenía el sistema propulsor de turbinas de vapor, acopladas a un generador que alimentaba a 2 motores síncronos; para entonces, con la información recabada y mi trabajo de mantenimiento y operación, había hecho un borrador de las Prácticas y tenía en mente formular la Tesis en base al sistema eléctrico de un barco. Con esta idea y sabiendo que en Veracruz rehabilitaban al Transporte Durango, donde estaba de Jefe de Máquinas el Capitán Carlos Almeida, Ing. Mecánico Naval (IMN), mismo que lo fue en el Guanajuato y me conocía, le escribí a Humberto Malanco (QEPD), amigo que estuvo en el “Ucinta”, para que le insinuara al Jefe la conveniencia de estar yo ahí; Malanco lo hizo y me aconsejó solicitárselo directamente, me atreví y al mes llegó mi cambio. Me alegré al tiempo que sentía dejar a mi novia, a mis amigas y a dos entrañables compañeros: “El Perro Escorcia”  y al “Chamaco Ramos” (yo era El Perdiguero).

       En el Durango trabajamos a marchas forzadas, tenía que estar listo para traer la Antorcha Olímpica de San Salvador; faltando algunos detalles fuimos y todo salió bien. Trasladaron el Durango al Pacífico y nuevamente pasé el Canal de Panamá. En Salina Cruz le hicieron algunas reparaciones en el dique seco, limpiaron el casco y las sentinas, y checaron una avería en la quilla. Conocí aquí a Mario Uribe (IMN), egresado también de la ESIME y le confié lo de mi tesis, me dio alguna orientación, títulos de libros al respecto y el teléfono de Benjamín Varela, compañero de él y profesor de la ESIME. En Acapulco, regresando de un viaje a Australia y otras islas del Pacífico del Sur, me comisionaron a EUA para la activación de dos buques: “El Cuauhtémoc” y “El Cuitláhuac” y fimos a Baumont, Tex.  Regresé en el Cuitláhuac, y este fue el último barco donde estuve.

       Le escribí al Jefe Almeida que se encontraba en la Comandancia General, en CDMX, rogándole que gestionara mi traslado ahí para terminar la tesis: PROYECTO PARA REELECTRFICAR UN BUQUE TRANSPORTE DE LA ARMADA DE MÉXICO; otra vez me ayudó y me encargó dar seguimiento a las refacciones enviadas a los barcos. Trabajé intensamente y el 8-X-71 presenté el examen, fue mi asesor el maestro Oscar Guzmán Vea; ocho meses después solicité mi baja y el 26-V-72 llegó mi licencia ilimitada, por estar 10 años y salí como Teniente de Fragata; di las gracias al Jefe Almeida por su apoyo y motivación, y me fui. Terminé así una etapa que recuerdo con nostalgia. Había conocido bellos lugares en los viajes de prácticas de los Cadetes de la Heroica Escuela Naval (HEN), y conviví aventuras y desventuras con apreciables amigos y compañeros. Solo un incidente tuve:  En la Armada de México y en otras, hay una especie de discriminación con los oficiales de Escala de Mar (EM) (estos ascienden desde marineros), tienen su dormitorio (sollado) y comedor aparte; a mi me trataban como a los egresados de la HEN, pero llegó al Durango un Segundo Comandante y me mandó con los de EM, obedecí. Al otro día me vio el Primer Comandante en popa y me interrogó: Teniente Villegas (era yo Teniente de Corbeta) ¿se siente bien? Sí mi comandante respondí, y continuó, es que no lo he visto en el comedor; le dije el motivo, meneó la cabeza y dijo: hablaré con el Segundo y regrese donde estaba; señor, repuse, no quiero causar….,y me atajó “se lo ordeno”, si señor contesté y fui a cambiar mis cosas pensando en represalias del Segundo, pero no las hubo (no me enfiló la proa).

       Al entregar un libro a Varela, compañero de Uribe, me contactó con Oscar Cuéllar Maytorena IMN, compañero de ellos, era Subdirector de la Dirección General de Electricidad en la Secretaría de Industria y Comercio, y me contrató para el Dpto. de Plantas Subestaciones y Líneas, en donde se revisaban proyectos en base a la Norma Eléctrica. Era Director el Ing. Yturiel Manrique de Lara y mi Jefe el Ing. Héctor Sánchez Ceballos. Por la relación entre este Dpto. y el de Tarifas cuyo Jefe era el Ing. Luis R Figueroa, hice amistad con ellos y a la fecha nos comunicamos y reunimos. En esta Dirección fui Subjefe del Dpto. de Plantas y jefe del Dpto. de Infracciones, en donde se sancionaba a usuarios que violaban la ley. No me sentía a gusto aquí, después de haber revisado proyectos quería hacerlos y decidí salir. Le hablé a Cuellar, que estaba en Guanajuato como Gerente de la División Bajío de CFE y me dio oportunidad de estar ahí. En CFE estuve 3 meses y renuncié porque no satisfacía mis expectativas técnicas. Regresé a la CDMX y trabajé en un changarro, en eso supe del requerimiento de personal para Proyectos Marinos S.A. de CV. (PM).

       Acudí a PM, me examinaron y entré como Ingeniero “B”. Por fin estaba donde podía hacer lo que deseaba; a los ingenieros nos dieron cursos de inglés y computación, hacíamos proyectos para PEMEX; pero al caer en desgracia política el Ing. Díaz Serrano que era Director de esta empresa y socio de PM, ya no nos dieron trabajo; cambió de razón social a Grupo Profesional Planeación y Proyectos (PIPSA), y consiguió contratos de la industria metalúrgica y la farmacéutica. Me enviaron a EUA (Houston y New Jersey) para conocer normas y criterios, ya que hacíamos trabajos para ese país. Intervine en varios proyectos y entre los más importantes: uno para Dupont y dos para Mexicana de Cobre que incluían una línea de distribución en media tensión, por lo que fui a Nacozari, Son. a supervisar la instalación del equipo eléctrico y la línea. De regreso me disgusté con la empresa por no darme un aumento ($), renuncié y entré a Seloprint de México, S. A. como Jefe de Mantenimiento y me fue mal, porque no tenía experiencia en administración y había problemas con el personal y el sindicato. Definitivo: lo mío era el proyecto.

       Regresé a PIPSA, estaba otro director y me incluyó en el proyecto del Hotel Sheraton para Fonatur en Huatulco, a donde después fui también a supervisar la instalación del equipo. Regresé y PEMEX estaba dando nuevamente contratos a la empresa; participé en proyectos de plataformas de extracción de crudo, de proceso y habitacionales, también de plantas de rebombeo de gas y uno de distribución en media tensión para sus instalaciones en Naranjos, Ver. Como ya me pesaba la jornada, pensé en el retiro. Había intervenido en aproximadamente 30 proyectos, y elaboré programas de cálculo: sistemas de tierra, de corto-circuito, flechas y tensiones de líneas de alta y media tensión, entre los más importantes. Finalmente salí pensionado, mi último día de trabajo fue el 3-V-2005. Me encuentro bien de salud y colaboro con la Asociación de Colonos para el mejoramiento de la colonia donde vivo. En fin, creo que mi vida ha sido una FELIZ AVENTURA.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comida jugada en el día más caluroso.

Mientras el termómetro marcaba una temperatura superior a los 30°C nosotros nos dábamos cita en La Rambla para continuar con nuestra tradici...