01 junio 2020

Recuerdos: Nuestro viaje a Veracruz en 2008; primer día.

La situación en la Ciudad de México es ampliamente conocida; por demás está describirla; baste decir que estamos en semáforo rojo, por lo que es muy riesgoso salir de casa y que, con éste, serán 11 lunes sin poder vernos; vayamos pues a nuestros recuerdos: encontré que en 2008 hicimos un viaje fabuloso; fue a Veracruz y tan solo de 3 días; va la reseña que en esa ocasión hicimos y que trataremos de respetarla hasta donde sea posible.
 
NUESTRO VIAJE A VERACRUZ
CAPÍTULO PRIMERO.-EL TRAYECTO MÉXICO-VERACRUZ
VIERNES 21 DE NOVIEMBRE DEL 2008

Serían como las 6:55 de la mañana cuando arribamos en un taxi por la parte posterior del Auditorio Nacional (Rubén nos había citado a esa hora porque teníamos 2 compromisos, el primero, una comida en Alvarado y posteriormente una cena en Veracruz con los "Cheyennes", a la cual nos había invitado Pepe Ajo). Nos llamó la atención el número excesivo de camiones estacionados en una y otra acera del espacio que a manera de calle está enfrente del inmueble sobre Paseo de la Reforma, no menos de 10 en cada acera, pero todos eran autobuses que claramente se podía concluir eran para empleados de diferentes empresas. Nos dábamos cuenta que el Auditorio se ha convertido ya en un punto de reunión y por lo mismo no hay restricciones en cuanto al estacionamiento. Inmediatamente identificamos al nuestro por ser el único de tal magnitud y lujo que tendría que ser para turistas de categoría como somos nosotros. No obstante que todavía no eran las 7:00 hs., ya estaban dentro del autobús, con sus parejas: Samuel Maldonado, Rafa Paredes, Joel Narváez, Orlando Camacho, Carlos Palacios, Bruno Pecero, Beto Hidalgo, Rebe, en representación de Pedro Alvarado, Manuel Cantón, Lalo Fernández, Álvaro González, Augusto Sánchez (el famoso Gato) y Vicente Rocha. Antes de dar las 7:15 ya habían llegado Efraín Aguado, Miguel Cuán, Luis González Sosa, Toño Nava, Roberto Santana y Rubén Serros. Solo faltaba Rodolfo Carballo, elemento fundamental porque él había sido el contacto para la comida de este día en Alvarado, razón por la que decidimos esperarlo. A las 7:30 Toño lo contactó vía celular y Rodolfo nos propuso que el autobús se adelantara y él nos alcanzaría en Llano Grande. Así lo hicimos y emprendimos la marcha, no sin antes hechar una estruendosa porra a Rodolfo por ser el causante de retrasarnos 35 minutos (ustedes saben como son nuestras porras). Contamos los lugares vacíos y eran 7, debido a que finalmente sólo se apuntaron 42 de un aforo de 45, más 2 de Rodolfo y 2 de Fidel Rebolloso que prefirió viajar en transporte aéreo a Veracruz pero nos acompañaría en el autobús de regreso.


Llegamos a Llano Grande aproximadamente a las 9:30 hs. con la idea de desayunar y después recoger a Pedro en Puebla; nos estacionamos en la primera fonda de la fila que parece interminable de establecimientos de comida; en la foto vemos a Marta Elvia, Jose, Irene, Carlos y Beto.
Esperábamos encontrar comida rápida, sabrosa y barata, pero después comprobamos que nos equivocamos en las 3 apreciaciones, pues fue más tardada de lo común, no tenía sazón y nos la cobraron más cara que si hubiéramos estado en un Sanborns; en la foto, Caro, Delfina, Lalo, Judy y Toño.
De aquí podemos obtener otra más de las experiencias que se supone nos sobran a estas alturas del partido; vemos a Lolita y a Efraín.

Y efectivamente, es más práctico llevar algún alimento frío como tortas o sándwiches; en la foto Miguel, Caro y Manuel.
Esthelita y Delfina (otra vez Lalo).
Vista de 3 mesas (otra vez Lalo).
Captamos muy tristes a estos 3.
Pero que llegan Rafa y todos contentos: Joel, Roberto, Luis, Cristi y el propio Rafa.
A la izquierda Eréndira, Samuel y su hija.
Orlando, Pily, Manuel, Lety y Rubén.
Cuando ya habíamos terminado de desayunar.
Vicente, Guille, la nuera y nieto de Roberto.
Cuando estábamos por retirarnos, llegó la pareja que provocó, de inicio, una larga cadena de retrasos hasta completar hora y media con que llegamos tarde al evento de los "Cheyennes".
No exagero si les digo que los recibimos con una porra más estruendosa que la anterior, pues ahora sí nos estaban escuchando (aclaro que la porra fue solo para Rodolfo, pues Yola bastante esfuerzo hace para convertirlo en un ser responsable).
Una vez con la pancita llena, emprendimos la continuación de nuestro viaje a la tierra anhelada: primero Alvarado y después VERACRUZ.

NUESTRO VIAJE A VERACRUZ
CAPÍTULO SEGUNDO.-COMIDA EN ALVARADO
VIERNES 21 DE NOVIEMBRE DE 2008
Vemos a Rebe muy contenta porque en unos minutos más (serían como las 11 de la mañana) recogeríamos a Pedro Alvarado de un hotel 5 estrellas ubicado a la entrada de Puebla; rápidamente nos enfilamos hacia Alvarado vía Orizaba y Córdoba, con la idea de que ya no haríamos ninguna escala técnica. En algunos tramos la velocidad fue constante sin exceder los 100 KPH, tranquilidad interrumpida por un número considerable de casetas de pago (al final el comentario era unánime "que gran negocio es el CAPUFE"), en una de las cuales la tripulación de una patrulla municipal se quiso pasar de la raya "investigando que clase de gente viajábamos", pero Samuel Maldonado descendió del autobús y con unas cuantas palabras aplacó al servidor público. Los que viajábamos en la parte delantera nos preguntamos que fue lo que dijo Samuel pero nunca lo supimos. La tranquilidad desapareció cuando atravesamos las cumbres pues la neblina era tan densa que, sin exagerar, la visibilidad no pasaría de 10 metros. Para distraernos un poco empezamos a contar anécdotas como la de Samuel, quien viajaba constantemente por esos rumbos; como en aquéllos tiempos todavía no había puente, el autobús tenía que pasar por la "panga" pero cuando ésta no funcionaba se quedaban varados. Esto hacía que la gente preguntara a una señora que vendía comida "¿para cuando estará listo el puente?". Cansada de dar respuestas colocó un letrero que decía "al que me pregunte que para cuando estará listo el puente, que vaya a #$%&", pero en el léxico de los Alvadoreños. Confiado en lo que me había dicho Ajo, le comenté al chofer que necesariamente tendríamos que llegar a Veracruz y de ahí a Alvarado, pero no fue así, mucho antes de llegar a Veracruz está una desviación hacia Alvarado, con lo que nos ahorramos como una hora de camino. Un poco antes de llegar a esta desviación recibo una llamada telefónica de Hugo Vega diciéndome que Oscar Amaro ya había recogido a Fidel del aeropuerto, que él estaba con Benjamín Enríquez en Tlacotalpan y que nos alcanzarían en Alvarado como a las 4 de la tarde.
Alrededor de las 3 de la tarde llegamos a Alvarado, pero nos tardamos como 1/2 hora para llegar al restaurante "La Trocha", debido a que éste se encuentra en un lugar casi inaccesible para un autobús de la calada del nuestro; notamos cierto asombro en los habitantes de este pequeño barrio, por lo que dedujimos que no era común la presencia de turistas y más en este tipo de transportes.
Manta en la entrada del restaurante; por cierto, no pudimos conocer el centro de Alvarado, ya que el restaurante está ubicado en la orilla del Río Papaloapan, cerca de la bocana y muy lejos de ahí.
Cuando, por fin, llegamos al restaurante, ya nos estaban esperando Oscar, Barbarita, Fidel, Amalia, Jaime Fernández y El Charro José Antonio Hernández Sandoval, quien llegó de Coatzacoalcos acompañado de su hijo y de su nieta, una nena como de 3 años muy bonita.
Del lado izquierdo podemos ver a José Antonio Hernández, su hijo y su nieta. La temperatura era perfecta para nosotros los capitalinos pues no hacía calor, lo que nos permitía lucir nuestras chamarras verde y blanco (aunque después casi todos se la quitaron); una vez más teníamos que reconocer la capacidad de organización de Oscar, pues todo lo tenía previsto; las botellas de vino blanco, las de vodka y los refrescos como las aguas quina, perfectamente enfriadas en una hielera más bien grande que regular, 2 mesas largas haciendo escuadra y como no cupimos colocaron junto otra más pequeña, con tal exactitud que sólo quedaban vacíos 6 lugares, los de Hugo Vega, Benjamín y Octavio De La Torre, quien no tardaría en llegar manejando su camioneta.
Como se trataba de destapar 16 botellas de vino, dispuso de 3 sacacorchos para apresurar el procedimiento ¡genial! ¿no? porque lo primero que reclamaba nuestro organismo no era precisamente comida sino algo líquido y fresco, por lo que estas bebidas cumplían con nuestras expectativas.
Cabe mencionar que aquí se incorporaron 3  compañeros residentes de Veracruz: Oscar Amaro, Hugo Vega y Jaime Fernández, a quien le tocó la tarea de descorchar las botellas.
Después de brindar iniciamos nuestra tarea de pelar camarones , los cuales apenas hacía unas horas estaban vivitos y coleando en aguas de la bocana que se encuentra como a 500 metros de donde estábamos; en la fila de la izquierda podemos ver a Cristi, Guille, Vicente y el Gato; del lado derecho a Joel, Rafa, Rubén y Lety.
Aquí se puede apreciar el tamaño de los camarones.
Efraín y Carlos en amena plática, vemos a Irene, Jose y Bruno
Alcanzamos a distinguir a Orlando, Manuel, Miguel y Caro
Lalo, Judy, Álvaro y Pedro.
La misma mesa vista del lado opuesto.
Como segundo tiempo nos sirvieron un salpicón de jaiba con un sazón digno de esas tierras jarochas.
Mi tocayo, Luis González S., Eréndira y Samuel.
El tercer tiempo consistió en un filete de huachinango relleno de mariscos, enrollado en papel aluminio a manera de taco en papel, aunque el propietario del establecimiento no puso objeción cuando a alguien se le ocurrió pedir el pescado solamente empanizado.
Beto, Marta Elvia, Roberto, Celia, su nuera y su nieto.
Si bien el lugar no es de 5 estrellas, la comida que nos sirvieron pudo haber sido de un restaurante de lujo, pues se vio que su cocina es de primera; además de las porciones tan generosas con las que verdaderamente nos sentimos satisfechos; vemos a Delfina, Octavio, Tina, Judy, Álvaro, Esthelita y Celia.
El menú y el lugar fueron seleccionados por Rodolfo Carballo, para lo cual tuvo que viajar, a este lugar, acompañado de Yola, para pagar en efectivo un anticipo que comprometiera el servicio: costó $200.00 por persona más $50.00 para reembolsar a Oscar $1,250.00 de las bebidas. Si bien no hubo música en vivo, el propietario, a quien le dicen "Ricamito", se esmeró en alegrar la comida con música grabada típica del lugar; aquí vemos a Rodolfo en primer plano (el mismo de las porras), auxiliado por Yola, a su derecha; alcanzamos a distinguir a Oscar, Barbarita, Miguel, Pedro y Amalia.
Muy contentos vemos de pie a los jarochos Oscar y Hugo
El gato muy cariñoso con Benjamín, pues tenía que apapachar a quien  vino desde Cancún.
Captamos a Joel, Oscar, Gato, Hugo y Fidel.
Quisimos obtener una foto de grupo dentro del local, pero no cupimos.
Tuvimos que salir para la foto de todos; de pie, Rubén Serros Guerrero, Álvaro González Macías, Efraín Aguado Rubio, Beto Hidalgo Cano, Joel Narváez Limón, Bruno Pecero Ríos, Oscar Amaro Smith, Orlando Camacho Guerrero, Fidel Rebolloso Ramírez, Luis González Sosa, Lalo Fernández Parriego, José Antonio Hernández Sandoval, Pedro Alvarado Villafuerte, Rafa Paredes Uriza, Miguel Cuán Morales, Benjamín Enríquez Teruel, Roberto Santana Joiménez y Rodolfo Carballo Mejorada; sentados, Hugo Vega Zepeda, Toño Nava López, Manuel Cantón Montañez, Carlos Palacios Gómez, Augusto Sánchez  Ortiz "Gato", Vicente Rocha Serrano, Luis Rolando Figueroa Noriega y Samuel Maldonado Bautista.
Nos trasladamos a la orilla del río para sacar esta foto, pues creímos que sería muy difícil estar en un futuro tan cerca de un río.
Y tomamos una tercera foto para que saliera en ella Jaime Fernández Estrada que estaba ausente en las anteriores.
Como colofón podemos decir que fue acertada la decisión de pasar por Alvarado a pesar de que algunos compañeros, como Ajo, por ejemplo, no recomendaban estar en un lugar "sin atractivo, feo y lejos"; que coincidencia: ¿ven a lo lejos el puente? pues por ahí atravesamos el río cuando hicimos nuestras prácticas profesionales en 1962; no había puente y el autobús subió a una panga.
Pero debemos de reconocer que para nosotros siempre será un atractivo contemplar un río y más si desemboca en el mar.
El centro de la Ciudad también tiene su atractivo, pero ya no tuvimos tiempo para visitarlo. Otra cosa: será muy difícil que en un futuro volvamos a comer camarones recién sacados del río. 
Antes de que el reloj marcara las 7:00 p.m. tomamos camino hacia Veracruz  adonde calculábamos llegar una hora después, ya que eran solo 70 Km. por lo que llegaríamos puntuales a la invitación de Ajo, quien nos había citado a las 8:00 p.m. en un restaurante bar de nombre "Rebambaramba", pero ya en el camino la mayoría insistió en que deberíamos pasar primero al hotel para tomar una ducha y cambiarnos de ropa; en la foto pueden ver al Gato que seguía brindando.


NUESTRO VIAJE A VERACRUZ
CAPÍTULO TERCERO.-CENA CON LOS CHEYENNES
VIERNES 21 DE NOVIEMBRE DEL 2008
Les presento a José Abelardo Ajo Lozada, de la Generación 57-60, ex jugador de Cheyennes en la posición de QB y ex petrolero también; tuvo la gentileza de invitarnos a compartir una cena con los Cheyennes quienes periódicamente se reúnen en Veracruz; no lo había dicho explícitamente pero le entendimos que tenía preparada una ceremonia en donde le entregaría al Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán y a su hijo, sendas chamarras de Cheyennes. Nunca supimos el programa, aunque parece ser que habría palabras de bienvenida y todo lo que se puede esperar cuando un Gobernador asiste a un evento. También dio a entender que la cena sería pagada por el propio Gobernador, motivo por el cual tuvimos la idea de regalar 3 chamarras como las nuestras, pero de piel, una para el Gobernador, otra para su hijo y la tercera para Ajo. El plan era que nosotros arribáramos al restaurante a las 8 de la noche, pero se nos hizo fácil pasar primero al hotel; aquí llegamos como a las 8:15 y aunque nos fijamos un máximo de 1/2 hora para abordar el autobús, en lo que nos registramos en el hotel (por cierto fue el Novomar), nos bañamos y nos cambiamos, fue hasta las 9:30 de la noche que llegó la última pareja al autobús (ya ni les digo quien fue). Este comentario viene a colación porque quizá fue el origen de que la reunión no fuera, como muchos esperábamos, una auténtica convivencia con los Cheyennes, ya que ellos permanecieron en sus lugares y nosotros en los nuestros, divididos por una mesa larga, si bien tuvimos una agradable acogida los que fuimos a saludarlos, pero la mayoría ni siquiera alcanzaron a conocer a Pepe Ajo, pues no hubo una ocasión propicia para presentarlo y agradecerle su invitación, aunque sí hubo quienes, como por ejemplo, Carlos Díaz, Caco y otros que no recuerdo, tuvieron la gentileza de acercarse a saludar a nuestras mesas, seguramente porque entre nosotros había también ex jugadores Cheyennes como Orlando, "Gato" y Octavio  Un atractivo para los de nuestra Generación fue que gracias a las gestiones de Oscar, estarían presentes otros 2 compañeros residentes de Veracruz: Oscar Novelo, Mecánico y Abel Nadal, Electricista.
El "Remambaramba" es un restaurante que, suponemos, no hay muchos parecidos en México; demasiado extenso, con todas las comodidades sin llegar al lujo, buen servicio, muy buena música para bailar y excelente cocina (en una mesa contigua vimos a una pareja paladear buenos platillos). Esa noche estaba tocando salsa un conjunto como de 10 elementos a un ritmo tan sabroso que se antojaba bailar, máxime y cuando hizo su aparición un personaje muy famoso porque era el cantante de la orquesta de Arturo Núñez (no puedo recordar su nombre) con una voz maravillosa y lo más sobresaliente es que interpretó las de Beny Moré como "Pachito Eché" "Mucho Corazón", "La Culebra", etc. Estaban dispuestas 3 mesas largas en donde se acomodaban 8 personas de cada lado más 2 en las cabeceras, totalmente ocupadas por ex jugadores Cheyennes; enseguida otra mesa igual pero ocupada por jóvenes que al final se despidieron de Ajo, por lo que pudieron haber sido sus invitados. En la foto pueden apreciar 2 mesas al fondo y una al frente, en donde están Caco Rivera (concuño de Orlando Camacho) y Víctor Martínez.
Otra vista de las mesas ocupadas por los Cheyennes.
Al primero que saludamos fue a  Pepe Ajo a quien vemos en la cabecera de la mesa; del lado izquierdo Caco y el Negro Flores; del lado derecho los hermanos Calderón, mejor conocidos como "Los Perros" y Carlos Díaz Ibarra, Presidente de la Asociación de Ex jugadores y en algún tiempo entrenador en jefe de los Cheyennes. Por cierto, notamos a Ajo un poco molesto con nosotros pues me recibió con un "¿porque llegaron tan tarde?", es que nos fuimos a comer a Alvarado, contesté. Pero en nombre de mis compañeros de Generación hago entrega de estos regalos, "está bien, los voy a guardar" dijo y se desapareció (seguramente los fue a dejara su auto).
También saludamos a Sergio Cuevas, Roberto Almeida y César Rojas.
A Cornelio, el Lobo Flores y Eliseo Bautista quien es de nuestra Generación y vive en Coatzacoalcos.
Javier Martínez, Jaime Rivera, hermano menor de Caco y Neto y "La Coneja"
Y el legendario Neto Rivera y digo legendario porque está catalogado como el mejor QB de todos los tiempos en Cheyennes.
Los hermanos Martínez (Víctor y Javier) con Álvaro González; sentados, Caco, El Negro y Ajo
Escena típica de una gran convivencia.
En lo que nos acercamos a saludar, los nuestros ocuparon 3 mesas largas, pero como no cupieron nos arreglaron una más chica, en donde quedaron Fidel, Rodolfo, Vicente y Luis G.; en esta mesa alcanzamos a ver a Oscar, Barbarita, Oscar Novelo, su esposa  Flor, Bruno, Rafa y el Gato.
La misma mesa vista desde el lado contrario; vemos a Miguel Cuan y a Caro; cabe mencionar que a pregunta expresa, el mesero nos informó que todo estaba pagado y que solamente faltaba dar una propina a los meseros, refiriéndose a que en cada mesa se pondría una botella de brandy o de ron con sus respectivos refrescos, además de disponer de un bufet a base de antojitos como tacos dorados y quesadillas.
Jose, Carlos, Esthelita, Álvaro, Judy y Lalo.
Tina, Octavio y Cristi.
Orlando, Pily, Celia y Roberto.
Ana Eugenia y Benjamín, quienes se desplazaron desde Cancún, que es en donde tienen su residencia.
Celia, Roberto, Martha Elvia, Beto, Abel Nadal, Efraín, Lolita, Samuel, Eréndira, Pedro y Rebe.
Los mismos pero mas cerca.
Amalia, Yola, Fidel, Vicente, Rodolfo y Guille.
Cristi, Delfina y Toño.
Rafa, Joel y el Gato.
Rodolfo y Fidel con uno de los gemelos Calderón, creo que es Roberto y ahí les va un dato: son de la Generación 61 y son también primos de nuestro compañero Jacobo Chiprut (los 3 tienen como segundo apellido el Godina)
Captamos a Oscar bailando al compás de una salsa.
En un momento dado vimos que Ajo tenía la intención de acercarse a saludarnos, pero algunos lo interceptaron para tomarse una foto con él; aquí vemos a 4 ex petroleros: Rubén, Roberto Almeida, Rafa y Ajo.
Y todos los jubilados de PEMEX nos pidieron les tomáramos una foto con Ajo; aquí están: Carlos Palacios, Efraín Aguado, Fidel Rebolloso, Oscar Novelo, Álvaro González, Rafa Paredes, José A. Ajo, Rubén Serros, Roberto Almeida, Caco y Bruno Pecero.
Hubo un acto emotivo cuando el maestro de ceremonias, si así se le puede llamar a quien presenta a los cantantes, pronunció una palabras de admiración para Ajo, diciendo más o menos así: "...sólo una persona con el carisma del Ingeniero Ajo es capaz de reunir a tanta gente proveniente de la Ciudad de México y esta casa se siente orgullosa de tenerlos aquí..."
El detalle de la noche  se lo llevó Manuel Cantón a quien se le ocurrió pedir una botella de tequila, misma que le cobraron y tuvo que pagar como $1,400.00 (de este detalle pueden concluir de cuantas estrellas es este lugar y cuanto nos hubiera costado la cena que nos dieron
Un atractivo de este lugar y que nos llamó poderosamente la atención, es que la clientela puede salir a una terraza dividida por ventanales y puertas de cristal, de manera que los románticos pueden bailar con vista al mar y bajo la luna cuando la hay llena.
Debo confesar que en este lugar terminamos la mayoría de nosotros (¿pueden imaginarse quien era la pareja más romántica?); puede que sea ésta.
Pero también puede que sea ésta.
Cristi, Judy, Barbarita, Oscar y Lalo
Hugo Vega, Ana Eugenia y Esthelita
Con esta foto terminamos la reseña: Carlos Díaz Ibarra, Cristi, José Abelardo Ajo Lozada, Rubén Serros Guerrero y Lety. Nos despedimos de Pepe Ajo agradeciéndole su hospitalidad pero en nuestra conciencia quedó el no haber tenido la oportunidad de tomar el micrófono para agradecerle públicamente y, lo más importante, presentarlo a todos nuestros compañeros, quienes seguramente hubieran correspondido levantándose para estrecharle la mano. Eso hubiéramos deseado pero no se pudo, como tampoco se pudo tomar una foto con todos, ellos y nosotros, que era la propuesta de Fidel.
MUCHAS GRACIAS PEPE AJO POR TU GENEROSIDAD.
FUE UNA NOCHE INOLVIDABLE.

6 comentarios:

  1. Felicidades mí estimado y querido presidente muy buena reseña, como todas las que haces. Me trajo muy buenos recuerdos. Gracias por tu admirable labor

    ResponderEliminar
  2. El comentario anterior es mío Rafa Paredes, no sé porque aparece como desconocido

    ResponderEliminar
  3. Excelentes cronicas, las que haces Luis Rolando.

    ResponderEliminar
  4. Qué gran viaje, ingeniero, y qué gran historia... Le dejo un abrazo con mucho cariño. Gracias por compartir sus maravillosas memorias.

    ResponderEliminar
  5. Muy gratos recuerdos. Fuimos tal cantidad de personas, que era imposible tener mejor control, pero gracias al equipo que te apoyo,estimado Luis Rolando, fue una reunión muy bonita.
    Atte. Irene y Carlos Palacios.

    ResponderEliminar
  6. Que satisfacción el ser amigo d esta fabulosa generación, y que padrisimo viaje, se extarnan a lo que ya no estan con nosotros: Canton, Santana, Alvarito, Carballo, Oscar. Saludos a todos. TOÑO NAVA

    ResponderEliminar

Comida jugada en el día más caluroso.

Mientras el termómetro marcaba una temperatura superior a los 30°C nosotros nos dábamos cita en La Rambla para continuar con nuestra tradici...