No hubo tamalada, pero volvieron Felícitos Hernández y Gonzalo Farfán.

La mala fortuna de que el día de la Candelaria cayera en domingo y que al día siguiente fuera lunes, así como el entusiasmo que paulatinamente vamos perdiendo, originó que en este año prescindiéramos de la tradicional tamalada; en cambio, pudimos convivir nuevamente con nuestro compañero Electricista Gonzalo Farfán Valtierra, a quien vemos en la foto con Mara. 

Muy poca asistencia y muchas ganas de brindar, como antaño lo hacíamos en la planta baja.

Con una excelente comida: pollo en mole poblano con arroz.

O pollo a las brazas con espagueti.

O una arrachera con papas a la francesa.

Héctor nos sorprendió al estrenar un dominó de la Generación que guardó ¡durante quince años!

Poca clientela en La Rambla y solo una mesa de dominó; Luis Rolando y Lobito en contra de Héctor y Memo.

Aunque llegó tarde, Felis nos tenía una sorpresa: después de una larga temporada en Tarandacuao no vino con las manos vacías; nos obsequió los famosos panes de Acámbaro.

Los pocos entusiastas de la Generación: de pie, Sebastián, Felícitos Hernández Zúñiga, Mara, Gonzalo Farfán Valtierra, Luis Rolando Figueroa Noriega y Memo Cázares Aguilera; sentados, Héctor Barrera Jiménez, Armando López Mendoza y Lupita. 

Los últimos en abandonar el lugar; Alain de gorra.

 

De los pocos parroquianos que hoy nos dimos cita en La Rambla, captamos a nuestros amigos de la Comisión Federal de Electricidad, a quienes no veíamos desde diciembre.