Nuestra resistencia a la pandemia nos ha permitido continuar con esta enésima etapa de reanudación; nos dio mucho gusto saludar a Zoilo quien recién llegó de Moscú. |
Así nos recibieron: como primer tiempo un caldo de camarón, especialidad de las cantinas más tradicionales de México. |
Como segundo tiempo nos sirvieron un espagueti que en Italia le dicen al burro, pero que aquí es simplemente a la mantequilla. |
Parece ser que a Zoilo le dio más gusto nuestro reencuentro, pues nos invitó una botella de vino tinto de Baja California, aprovechando el momento para pronunciar unas palabras. |
Captamos a Zoilo en plena alocución. |
Palabras que escuchábamos con mucha atención. |
Una parte de la concurrencia atenta a lo que decía Zoilo. |
Fue hasta que nos sirvieron el platillo principal, que Zoilo dio por terminado su discurso. |
Y entonces empezamos a pasarnos la salsa clásica de La Rambla: verde y cruda molcajeteada. |
Y es que el platillo principal consistió en una pechuga de pollo a la parrilla acompañada de chilaquiles con su respectiva crema, queso y cebolla. |
Nos dio tanto gusto estar nuevamente reunidos que no resistimos la tentación de hacer el siempre bienvenido brindis. |
Como aquí pueden ver. |
Y aquí. |
Y también aquí. |
Mientras que los 3 jovenazos se conformaban con ver. |
No conformes con disfrutar de la excelente comida (botana según La Rambla), llegó el momento más esperado: la ronda de dominó. |
En esta mesa, Luis y Héctor en contra de Memo y Felis, de espaldas. |
Esta fue la otra mesa. |
En donde estuvimos Lobito, Zoilo, Felipe y el que no salió en la foto por haberla tomado. |
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