Ya nos estaban corriendo pues eran cerca de la 1:00 p.m. y nos apresuramos a tomar la foto del recuerdo. De pie: Benjamín Mendelsberg Jeiker, Rafa Paredes Uriza, Javier Chávez Villaseñor (q.e.p.d), Felipe Varea Gilabert, Lalo Fernández Parriego, Hansel Díaz Gardida, Fidel Rebolloso Ramírez (q.e.p.d.), Primitivo Calderón Rodarte, Raymundo Soberanes Romero (q.e.p.d.), Ladislao Bautista Ledo, Jorge Ugalde Ayala (q.e.p.d.), Gerardo Oteyza Romero (q.e.p.d.), Claudio Flores Vargas, Luis Rolando Figueroa Noriega, Juan Manuel Lucia Ibarra (q.e.p.d.), José Luis Bonales Castro, Sergio Galván Herrera, Vicente Rocha Serrano, Amado Crotte Muñíz, Amilcar González Padrón y Joel Méndez Vega. Sentadas: Rafael Paredes Jr., su esposa, el nieto de Rafa, Malili Paredes, Adelita Paredes, Amalia Rebolloso con sus 2 hijas, Judy Fernández, Mari Carmen Díaz, Isabel González, Cristi Figueroa, Tere Lucia, Silvia Bonales, la mamá de Amado, María Elena Galván, Salud Crotte y Lulú Méndez, para un total de 39 asistentes y 21 compañeros, de los cuales 10 fueron Electrónicos, 6 Electricistas y 5 Mecánicos.
RAFITA: CUANDO LEAS ESTA PÁGINA, ACUÉRDATE DE LA CARTA QUE TE ENVIÉ EN DÍAS PASADOS:
*CARTA A RAFITA.*
Estimado y querido Rafita. Ahora sí que como dice Julio Jaramillo, estoy escribiendo con tinta sangre del corazón. Tú eres un símbolo de la Generación, un icono de la energía, algo así como un hermano para nosotros, los que abrevamos en el mismo pozo de la amistad; tú eres aquel al qué hablábamos de usted por tu investidura, hasta que llegó Fidel Rebolloso y nos presentó como compañeros de Generación; tú eres el alma de nuestras comidas; el precursor del dominó; el que le pone sal a nuestros viajes; tú me acompañaste en las épocas difíciles, cuando a mi hijo lo habían operado y te ofreciste a llevarme al hospital; junto con Gonzalo me condujiste al sanatorio el día que me fracturé la rodilla y cuando Manuel Cantón, estuviste en la Cruz Roja hasta que lo curaron. Eres un gran compañero y amigo, pero también el gran anfitrión que nos recibías en tu departamento de Mesones. Cómo olvidar tu generosidad y la gran virtud que tenías para el buen comer y el buen beber; te gustaban las tapas que tú mismo preparabas y disfrutabas descorchar un buen vino; esos momentos maravillosos tendrán que volver, porque confiamos en tí, en tu fortaleza, en tu espíritu indomable. Anhelamos el momento en que podamos comunicarnos para decirnos mutuamente las novedades de un buen programa de la Sinfónica, de la Ópera o un buen libro que recién salió o bien que ya había quedado en el olvido; la película que en ese momento estaba pasando y las apuestas en el fútbol americano, que por cierto siempre me ganaste. Querido Rafita: eres un ícono para nosotros, los que queremos contagiarnos de tu sabiduría y, por lo tanto, le pedimos a un Ser Supremo (no sabemos cuál, pero seguro existe) te conceda la energía suficiente para que no te dejes vencer; que luches con el mismo coraje que te ha caracterizado, que te recuperes para bien de tus hijas, hijos, nietas, nietos y también de tus amigos. Estaremos siempre contigo aunque no sea en forma presencial. Mándanos por favor, una señal que nos indique si este medio te satisface para continuar comunicándonos. Tú siempre fiel admirador Luis Rolando.
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