Echamos un vistazo adentro solo para corroborar el ambiente que se dejaba sentir hasta la terraza. |
En nuestra modesta mesa saludamos a Américo Zaldívar, quien por segunda ocasión nos acompañó invitado por Zoilo y Rafa. |
En amena plática con Rafa y mi tocayo. |
Zoilo, Bruno y Lobito. |
Juan Manuel en su lugar de costumbre. |
Antes de comer, nuestro tradicional brindis que aquí hace Felipe con Bruno. |
Para seguir con los demás. |
Hasta con Lobito. |
Nos sirvieron una sopa que, como buenos mexicanos, complementamos con la singular salsa que allí preparan, tanto roja como verde. |
Zoilo se vació toda la roja en el plato. |
Que contenía la clásica sopa de coditos. |
Enseguida nos sirvieron un plato de chicharrón en chile verde, que Bruno, muy correctamente, partió con el tenedor y cuchillo. |
Cuando este platillo debe comerse en tacos como los que hace Juan Manuel. |
Y todos los demás. |
El mesero nos entregaba el platillo principal. |
Una verdadera delicia: pierna y muslo de pollo en pipián con arroz blanco. |
Y aparte, frijoles negros refritos con queso fresco de rancho. |
En plena jugada quedamos sorprendidos de que la festejada nos convidara de su pastel. |
Rafa y Bruno en contra de Luis y Zoilo, mientras en otra mesa hacíamos ronda Lobito, Felipe, Juan Manuel y este servidor. |
A las 9:30 p.m. y cuando la fiesta estaba en su apogeo, nos despedimos de la anfitriona deseándole un mar de felicidades. |
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