Boletín 106 de la Generación 52-55

Aunque con un retraso de dos meses, no quisimos dejar de enviar el Boletín 106 de la Generación 52-55, por la importancia que tiene para la comunidad ESIME y sobre todo porque a muchos les habrá interesado la semblanza del Ing. José Antonio Padilla Segura, quien fuera Padrino de esta Generación y que continúa bajo la genial pluma del Ing. Alejandro Vázquez Gutiérrez.

Zoilo Mendoza Núñez llegó a 83 años.

Nuestro compañero y amigo, Zoilo Mendoza Núñez, mejor conocido como "El Ruso" para algunos y "El Soviético" para otros, nos dio un ejemplo de disciplina al llegar a sus 83 años en plenitud de facultades, entre ellas la facilidad para chatear con muchos de sus compañeros de UPIICSA en donde dio clases, así como con sus paisanos de Oaxaca y uno que otro ex alumno.

Para tan memorable acontecimiento, el propio Zoilo compartió un delicioso pastel elaborado en los rumbos de donde proviene, allá por San Juan de Aragón, Estado de México.

Pero antes era necesario ingerir nuestros sagrados alimentos, cuyo primer tiempo fue este caldo de camarón.

O esta riquísima sopa de tortilla con sus complementos como crema, queso y aguacate.

Como segundo tiempo, arroz blanco con mole poblano coronado con un huevo estrellado.

Y como platillo principal, este increíble "huarache" compuesto por una tortilla más grande que la habitual, frijoles refritos, un bistec en trozos, lechuga y queso.

Platillo no muy recomendable para personas de nuestra edad, por lo que algunos preferimos esta ensalada: lechuga, palmitos, papa cocida, rebanadas de jitomate y cebolla, huevo duro y atún.

Y para finalizar una tarde inolvidable, no hubo mejor terapia que  mover las neuronas a través del bendito dominó, que en esta ocasión disfrutamos todos, pues pudimos armar dos mesas.

En ésta podemos ver al festejado haciendo pareja con Sebastián en contra de Felícitos y su hijo Raúl.

Y en la otra, Felipe y mi tocayo, en contra de Lobito y Héctor.

Llegó la hora de apagar las velas antes de partir el pastel.

No fue necesario mostrar en las velas el número de años cumplidos, pues ya no estamos en edad de presumir y además, todos sabemos que cumplió 83.

Momento en que Zoilo concretaba el protocolo de apagar las velas ante el regocijo de la respetable concurrencia.

Para concluir con un estruendoso aplauso, por la felicidad que nos daba ser testigos de la vitalidad que uno de nosotros todavía conserva.

De pie: Sebastián, nieto del Lobito, Felipe Varea Gilabert, Héctor Barrera Jiménez y Luis González Sosa; sentados: Felícitos Hernandez Zúñiga, Armando López Mendoza, su esposa Lupita, el festejado Zoilo Mendoza Núñez y Luis Rolando Figueroa Noriega.

 

Reaparición de Felícitos

Después de seis semanas de haberse ausentado, nuestro compañero Electricista Felícitos Hernández Zúñiga, no resistió otro lunes sin la compañía de sus amigos de toda la vida, por lo que hoy, 27 de febrero, nos sorprendió gratamente con su presencia. 

Como de costumbre, un poco tarde llegó nuestro tocayo Luis con el debido cubrebocas, al que ya nos acostumbramos como medida de seguridad. Lo vemos saludando a los de un lado de la mesa.

De lejos saludaba a los del otro lado de la mesa.

Para empezar, los tradicionales sopes.

Como primer tiempo, el chef se lució con este platillo nuevo: potaje de berros.

Otra sorpresa fue un típico tlacoyo relleno de frijoles y cubierto de crema, queso y salsa. 

Y como platillo principal, bistec en salsa verde con frijoles refritos.

O pechuga de pollo rellena de queso, con salsa verde y frijoles refritos cubiertos de queso y totopos; por razones propias de nuestra edad, pedimos al mesero que nos sirviera solo la mitad de la ración.

Platillos que deben degustarse con tortillas un poco difíciles de conseguir, como son las de masa azul.

Terminamos de comer y Felícitos seguía con su ensalada de atún.

Cuando llegó, ese sí muy tarde, Héctor, a quien vemos saludando con el puño y su cubrebocas.

Para rematar con la jugada de dominó; en una mesa vemos a Memo, Luis, Lobito y Sebastián.

La misma mesa, viendo de frente a Lobito.

Y en la otra mesa, Felícitos, Luis Rolando, Héctor y Felipe.

Felipe y Héctor.

Héctor y Felícitos.

Al final nos tomaron la foto. De izquierda a derecha: Luis Rolando Figueroa Noriega, Héctor Barrera Jiménez, Lupita, Armando López Mendoza, Guillermo Cázares, Sebastián, Alain, Luis González Sosa y Felipe Varea Gilabert. No salieron en la foto Felícitos y su hijo Raúl, quienes se retiraron más temprano, con tanta prisa que Felis, en lugar de tomar su chamarra, se llevó la mía con todo y celular.

 

El disfrute de la vida

A medida que avanza el tiempo y vemos con desilusión la ausencia de muchos compañeros, comprobamos que es mayor el disfrute de nuestra mutua compañía, que aquilatamos en lo que vale poder todavía paladear la acostumbrada rica botana de La Rambla y tener la suficiente sapiencia para mover inteligentemente las fichas del dominó. Y no importa que seamos pocos, con tal de completar una cuarteta para concretar la ronda. En la foto podemos ver la felicidad de Lupita y Lobito al reencontrarnos.

Y del otro lado, Felipe y Héctor con sus respectivas bebidas poco antes de decir salud.

Nos deleitamos con una sopa de papa y poro.

Continuamos con un picoso chicharrón de cerdo en chile verde.

Platillo que es perfecto para taquear, con las indispensables tortillas que aquí las preparan con masa azul.

Para rematar con un platillo muy mexicano: bistec en salsa de chile pasilla con arroz blanco.

O bien una sabanita invierno que consiste eu pechuga de pollo asada con yerbas y queso gratinado.

Un aspecto de la jugada de dominó.

Los cuatro asistentes, los dos nietos y Lupita.

 

Reunión desairada pero buena ronda de dominó

Escasa concurrencia para la comida de hoy, nos permitió enfrascarnos en una ronda de 5: Memo Cázares, Héctor Barrera Jiménez, Luis Rolando Figueroa Noriega, Luis González Sosa y Felipe Varea Gilabert. Alain no jugó aunque sí salió en la foto.

Antes habíamos botaneado lo que cada lunes nos ofrece La Rambla, como unos sopes con frijoles refritos, lechuga y queso para que cada quien le incorpore la salsa de su preferencia.

También hubo una sopa de fideo.

Complementada con un plato de pancita, que a estas alturas viene siendo un manjar y para terminar una milanesa de res con papas en cuarterones.