| Otros felices, aunque nos consta que se desvelaron, son Felipe, Joel y Rafa, acompañados de Lety. |
| Celia, Roberto y Sergio. |
| Rubén, Tere, Estelita y Álvaro. |
| Este servidor con Alain, Arturito, Tita y Cristy. |
| Tomamos una foto más antes de abordar el autobús que nos llevaría a Atotonilco, 14 Km. adelante de San Miguel de Allende; para llegar al restaurante en donde teníamos reservación, tuvimos que caminar casi 2 Km. debido a que no hubo acceso para el autobús. |
| Cansados y sedientos por fin llegamos al restaurante Nirvana que es un vergel enclavado en una zona más bien árida; además de la excelente cocina que tiene, funciona como hotel con solo 9 habitaciones. |
| Durante nuestro trayecto, Rubén estuvo en constante comunicación con Gustavo Alfaro, quien había llegado desde Celaya con suficiente antelación; él se encargó de ordenar los platillos que nos servirían para aprovechar el poco tiempo de que disponíamos. |
| Otra vista del restaurante. |
| Gustavo nos dio la bienvenida e inmediatamente ordenamos una botella de vodka para brindar; aquí vemos a Rubén, Gustavo y Felipe quienes fueron compañeros inseparables en la escuela. |
| Vista de las 2 mesas que ocupamos. |
| En una de las mesas no podían ocultar el hambre que tenían.
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| Se notaba el buen apetito. |
| En la otra mesa También tenían hambre. |
| Roberto, Celia y Cristy. |
| Tere, Rubén, Gustavo y Felipe. |
| Joel, Sergio, Ivonne y Octavio. |
| Celia, Cristy, Alain de pie, este servidor, Lety, Tere, Rubén de pie, Felipe y Roberto. |
| Tita, Arturito, Estelita, Álvaro, Joel y Sergio. |
| Lety, Rafa y Tere. |
| Tina, Lalo, Judith, Lolita, Efraín y Alain. |
| Arturo, Tita, Arturito y Estelita. |
| No quedaba ya nada en las mesas; todo lo que nos habían servido había sido devorado por los presentes, signo inequívoco de que todavía gozamos de buena salud; así que abandonamos este precioso lugar, pensando en que algún día podríamos regresar pero con más tiempo.
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| Afortunadamente el regreso a la iglesia que fue en donde el autobús nos abandonó de ida, ya no fue a pie, pues el autobús pudo llegar hasta el restaurante para recogernos. |
| Esta es una vista del Santuario de Jesús Nazareno, templo barroco construido en el siglo XVIII e incluido en 2008 por la UNESCO dentro de su lista de Patrimonio de la Humanidad por tener una asombrosa semejanza con la Capilla Sixtina. |
| Este altar es uno de los principales atractivos del Santuario.
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| Parte del techo. |
| Uno de los costados. |
| Otro de los costados. |
| Parte del techo y de los 2 costados. |
| La parte baja. |
| Otra vista. |
| Otra. |
| Uno de los frescos. |
| Una perspectiva.
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| Letrero a la entrada de la capilla. |
| Capilla en donde no hay murales. |
| No crean que son devotas; lo que pasa es que el cansancio las venció y optaron por sentarse. |
| Escena en donde vemos a Efraín y a Felipe haciendo preguntas. |
| Mientras todos los del grupo seguían adentro escuchando una plática, Felipe aprovechó para fumarse un puro afuera.
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| Después de la visita, todavía hubo un recorrido por el tianguis para comprar artesanías; mientras todos los de la Generación seguíamos tan tranquilos como si no hubiéramos caminado, vean a la juventud casi exhausta. |
| Como a las 8:00 p.m. llegamos al hotel Misión de Juriquilla para hospedarnos y una hora después ya estábamos en el restaurante para ingerir algunos alimentos dado que en Atotonilco sólo habíamos probado un tentempié; en una mesa se acomodaron Rubén, Tere, Lalo, Álvaro, Estelita, Tina y Octavio. |
| En otra mesa captamos a Joel, Sergio e Ivonne. |
| Y en el bar estuvimos Celia, Cristy, Alain, Arturo, Rafa, Felipe, Lety, Tita y Roberto, lugar en donde pudimos ver por TV a un equipo llamado América que le ganó a otro apodado Jaguares por 2 a 0; extrañados de que Efraín no se apareciera, cerca de la medianoche nos retiramos a nuestras habitaciones, concluyendo así nuestro tercer día de viaje. |