20 agosto 2018

Zoilo nos deleita con su voz de tenor.

Tan contento llegó hoy Zoilo a nuestra comida, que en lugar de pronunciar su acostumbrado discurso, nos deleitó con su voz de tenor; solo que ahora no cantó la clásica "Ojos Negros", si no una ranchera; la aprobación fue demostrada con un nutrido aplauso, tanto de nosotros como de los comensales ubicados en las mesas contiguas.
En cuanto terminó su actuación, nos sirvieron una suculenta pancita que al decir de Zoilo, en Oaxaca la preparan con un agregado: pata de res.
Lobito se dio a la tarea de partir las porciones más que generosas de una parte llamada libro.
Lo mismo hacía Felipe en el lado opuesto de la mesa, junto a Felis que, como de costumbre, dejaba pasar cualquier platillo a base carne.
Momento oportuno para hacer el primer brindis.
Secundado por Raúl, hijo de Felis, a quien vemos al fondo a la izquierda, enfrente de Gonzalo.
Muy cortésmente, Felis se acercó a Juan Manuel para brindar de cerca.
Cuando llegó el segundo tiempo: ensalada de chayote con crema, trozos de apio y jamón desmenuzado.
Y después nos sirvieron el platillo principal.
Que fue un filete de ternera acompañado de los clásicos chilaquiles rojos, con crema, queso y rebanadas de cebolla.
Pero eso no fue suficiente para satisfacer el fino paladar de Zoilo, quien pidió una pequeña torta como complemento.
Bruno no se quedó atrás y también pidió su torta.
A solicitud expresa, Felis le ayudó con las papas.
A quien ya le habían servido su ensalada de la casa con el respectivo aderezo.
Terminada la comida, Zoilo no pudo más y media torta la reservó para su cena y, posiblemente, para su desayuno del día siguiente
Terminada la primera ronda de dominó, Gonzalo tuvo que retirarse; en la foto, los 4 de la mesa: Felipe, Juan Manuel, Gonzalo y Luis Rolando, más Rafa y Lobito quienes habían formado la segunda mesa con Felis y su hijo Raúl.
Mientras que en la tercera mesa quedaron Zoilo, Joel, Bruno y Héctor (de espaldas)
Rafa y Felipe en contra de Juan Manuel y Lobito.
Felipe se dio el lujo de jugar acompañado de una copa de fresas con crema, sin remordimiento de ninguna clase, ya que de acuerdo con los últimos análisis, todos los parámetros fueron óptimos.
Llegó nuestro invitado estrella, José Luis Peralta, para incorporase a la ronda, pero antes brindó con un vodka.
Y enseguida prendió un puro para aguantar la espera.
Foto de los últimos en retirarnos cuando La Rambla estaba por cerrar; de pie: Bruno Pecero, Joel Narváez, Héctor Barrera y Luis Rolando Figueroa; sentados, José Luis Peralta, Rafa Paredes y Armando López M.; contando a Felícitos, Zoilo, Felipe, Juan Manuel y Gonzalo que no aparecen en la foto, fuimos un total de 12; 6 Electricistas, 4 Mecánicos, un Electrónico y un Mecánico Electricista.

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