Octavo evento del Cincuentenario; visita a lo que fue la Voca 2

El octavo evento del Cincuentenario de nuestra Generación se llevó a cabo el viernes 27 de abril; fue organizado por nuestro compañero Sergio Viñals y consistió en visitar el inmueble de nuestra querida Vocacional 2, hoy sede de la COFAA, (Comisión de Operación y Fomento de Actividades Académicas del IPN) ubicado en Tolsa y Tres Guerras; en la foto podemos apreciar la entrada por la calle de Tres Guerras.

Como pueden ver, en este año la COFAA celebra su 45 Aniversario.

Una vista de la fachada viendo hacia la calle de Gral. Prim.

Más cerca de Gral Prim.

Casi llegando a Gral Prim.

Por fin llegamos a Gral Prim, sólo para apreciar la fachada de lo que fue el taller de fundición.

Una vista del exterior del inmueble hacia la calle de Tolsa.

Más cerca de Tolsa.

Casi llegando a Tolsa tomamos esta foto que muestra una especie de obelisco.

Como buena anfitriona que es, Elvira Viñals nos recibió con una manta de bienvenida.

Además, Elvira nos preparó unos ricos bocadillos que paladeamos antes de empezar la conferencia que Sergio coordinó.

Así luce el Auditorio que se ubica en donde, en nuestra época,  estaba el gimnasio.

La Lic. Sandra Redmond, encargada del Dpto. de Procuración de Fondos de COFAA, haciendo la presentación del conferencista, cuyo tema, bastante interesante por cierto, fue sobre la historia del edificio.

Al témino de la conferencia, le fue entregado un diploma al Ing. Max Calvillo Velasco, Jefe del Dpto. de Investigación Histórica,

Ivonne Pablo, a quien vemos en la foto, esposa de nuestro compañero Sergio Quezada, inntervino para hacer unos comentarios a propósito de la conferencia; antes, Emilio Díaz Cervantes, quien la noche anterior había presentado su nuevo libro, leyó 4 Temas de Reflexión que gentilmente nos preparó Elvira Viñals.

Antes de abandonar el auditorio, nos tomamos la foto del recuerdo en la cual faltó León Samtez quien llegó un poco después, asi como Armando López M. y Octavio De La Torre quienes nos alcanzaron en la comida; contándolos a ellos, fuimos un total de 27 (10 Electricistas, 9 Mecánicos y 8 Electrónicos).

Juan Manuel junto a Elvira, posa con la manta de bienvenida

Lo mismo hizo Fidel.

Y nosotros no quisimos quedarnos atrás: Armando Olivares, Felipe Varea, este servidor, Fidel Rebolloso, Sergio Viñals y Juan Manuel Lucia.

Subimos adonde estaba la Dirección, cuyo titular en nuestra época era Luis Contreras Bobadilla; así se ve ahora (las 2 mujeres están cobrando su quincena en la ventanilla).

Tomamos esta foto desde donde estaba la Dirección; algunos seguramente recordarán que bajando la escalera del lado izquierdo estaba la cafetería de Susy y a la derecha la entrada al Auditorio.

La puerta negra es lo que era la entrada a la cafetería.

En el extremo opuesto están 2 puertas, por donde entrábamos al Auditorio.

Junto a lo que era la Dirección, está una placa en recuerdo de Juan O´Gorman, constructor del edificio.

Desde la extinta Dirección tomamos otra foto que muestra un pasillo.

Aunque no lo crean, este es el patio en donde jugábamos frontón y volibol con la clásica "retadora" (no había ventanas ni la escalera que se ve a la derecha)

Este es el pasillo del primer piso que daba acceso a los salones de clase.

Del lado izquierdo nos topamos con lo que fuera el salón de Dibujo y de Geometría Descriptiva, cuyos Profesores fueron los inolvidables Calderón Barquín (papá de nuestro compañero Jorge Antonio) y Alberto Camberos.

Del lado derecho sigue en su mismo lugar el baño que ahora es para mujeres.

Esta es el ala derecha de los salones de clase vistos desde el segundo piso.

Los mismos vistos desde el primer piso; en la planta baja estaba el Laboratorio de Química.

Un acercamiento a lo que era el Laboratorio de Química.

Esta es el ala izquierda de los salones, vista desde el segundo piso.

Los mismos vistos desde el primer piso.

Justo al final del pasillo del primer piso y a escasos 15 metros del baño, encontramos lo que fue el salón de nuestro Grupo 1-7; aquí llegó una vez el Prof. de Física cuando adentro había una algarabía fenomenal y dirigiéndose a un compañero, cuyo nombre no puedo mencionar, le dijo: tú, sal a gritar al pasillo; el compañero salió, gritó, entró al salón y le dijo al Prof: ya Maestro, a lo que éste preguntó ¿ya qué? y el compañero respondió: ya grité; el Prof. algo molesto le dijo ¡pues ahora ve a gritar al baño! y el compañero volvió a hacer lo mismo; cuando regresó al salón le dijo al Prof. ¡ya grité en el baño!; el Prof. más molesto que antes le dijo ¡pues ahora vas a gritar a la #&%$ y no vuelvas más a mi clase; el compañero dijo: no se porqué me corre si hice lo que me pidió.

Así se veía la calle desde el salón del Grupo 1-7 (no había barda ni estaba el local que parece un almacén)

La Lic. Redmon nos explicó la labor que viene haciendo COFAA y nos solicitó ayuda económica para el otorgamiento de becas; en la foto podemos ver a Felícitos, Manuel, Juan Manuel, León Sametz, quien ya se había incorporado al grupo, Gonzalo Farfán, Emilio, Juan Vázquez, Felipe, Gonzalo Luna y Roberto.

Buscamos el salón que fue de nuestro Grupo 2-E, hasta que lo encontramos; es el que ahora tiene una puerta blanca del lado derecho; allí nuestro gran Maestro de Cálculo Diferencial e Integral, Vianney Vergara, puso apodos a varios, entre los que recuerdo "Lola", "Marylin", "Jitomate", "Cara de Hacha", "Zombi", "Nalgarito", "Coquis", "Viejo", "Borracho", "Revlon", "Suavecito", "Mike", "Cotorra"; a mi pretendió ponerme "El Púas"pero yo ya era "El Títere"; otros apodos ya los traían del futbol americano como "El Cara", "El Tacuches", "El Cocodrilo", "El Lobo", "Poncho", "El Perro", "El Gordo 20" y uno del equipo de basquetbol: "Nino"; ¡cuantas anécdotas se podrían contar de este grupo!; un día teníamos una hora libre y alguien dijo: estamos aburridos, vamos a conseguir a un perro para que nos divierta, ¿quienes quieren ser voluntarios?; no habían pasado ni 5 minutos cuando 2 de los nuestros llegaron con un compañero de primer año y casi a empujones lo metieron al salón; el líder del grupo (Poncho Portugal era el Jefe de Grupo, pero El Gordo 20 era el líder) le dijo: tienes que hacer algo gracioso para divertirnos, pero antes tienes que quitarte la ropa; sin forzarlo y con una soltura asombrosa, despojándose de la chamarra y de la camisa, recitó "El Brindis del Bohemio" a base de puros albures, con tanta gracia que nos moríamos de risa; después supimos que su nombre era Eduardo Manzano y transcurrido el tiempo pudimos comprobar que se trataba de  uno de "Los Polivoces"; otra anécdota: muchos recordarán al Prof. de Filosofía quien desde la primera clase dijo: aquí no les voy a enseñar Filosofía; aquí vamos a aprender a filosofar; llegaba a su clase con un tema y todos discutíamos sobre ese tema; un día llegó y preguntó ¿alguno puede decirme que es el amor? y nadie levantó la mano; insistió: ¿ninguno puede definir que es el amor? y silencio absoluto; hasta que un compañero, cuyo nombre no puedo decir, se paró y dijo yo si sé Maestro, ¡el amor es una cosa esplendorosa!; las carcajadas no se hicieron esperar pues justamente en esos días estaba  esta melodía de moda; el Prof. contestó muy serio "esto no es broma" y volvió a preguntar pero nadie tenía ni siquiera una idea de lo que era el amor; fue entonces que el mismo compañero alzó la mano y el Prof. le pregunto: ¿ahora sí va a decir algo congruente? y el compañero contestó "sí Maestro, juzgue usted mismo: ¡el amor es el pan de la vida!; el Prof. no sabía si reir o aparentar un enojo que no tenía; sin embargo lo invitó a salir del salón; creo que ese Grupo dejó huella como lo pude comprobar 30 años después; acudí al Cuadrilátero del Casco porque organizamos un Seminario; allí estaba el Prof. Vianney y me acerqué a saludarlo; se me quedó viendo muy detenidamente y me dijo: tú estuviste en el 2E con "El Tacuches".

Aquí vemos lo que fue la alberca; tuvimos una agradable coincidencia pues este día la COFAA celebraba su 45 Aniversario con una comida que se serviría precisamente en este lugar

Los preparativos de la comida en lo que fue la alberca.

Otra vista para que recuerden las dimensiones de la alberca.

Pasamos por una puerta blanca e inmediatamente la identificamos como la entrada a lo que fuera el taller de electricidad.

Encontramos esta fachada que en nuestra época era la del taller mecánico.

Interior del taller mecánico, en donde aprendimos a afilar los buriles e hicimos nuestro primer tornillo gigante.

Dentro del mismo recinto vemos en donde estaba la fragua, entre otras herramientas; aquí aprendimos algo de herrería como hacer cinceles.

Y llegamos al inolvidable taller de fundición en donde lo más difícil era hacer los moldes para luego vaciar el metal fundido, bajo la mirada del famosísimo Maestro "Tierritas"

Inmediatamente hicimos rueda para recordar las innumerables anécdotas con el Maestro "Tierritas"

Del lado izquierdo pueden ver la escalera que conducía al salón en donde nos enseñaban la teoría.

Este era el salón ubicado en la planta alta (o más bien tapanco) del taller; solíamos recargarnos en el barandal para observar y aprender los movimientos del Maestro que después repetiríamos para obtener los moldes que no debían tener grietas, a fin de que el metal fundido no desparramara; no estaban las mamparas que se ven de amarillo y blanco, pues recordarán que era un lugar abierto; en una ocasión, "El Gordo 20" hizo una broma al Maestro, quien sumamente molesto increpó: "párese el que hizo esto", pero nadie se paró; después de algunos minutos de insistir sobre lo mismo sin obtener respuesta, nos amenazó. "muy bien, dijo, entonces voy a tener que suspender a todo el grupo, pero doy la última oportunidad para que el responsable lo admita"; tampoco hubo respuesta; todos sabíamos quien había sido pero nadie decía nada; entonces el Maestro tomó la decisión diciendo: "ustedes se lo buscaron ¡todo el grupo está suspendido! y en este momento daré parte a la Dirección"; fue entonces que "El Gordo 20" se puso de pie, diciendo "Maestro, yo no fui, pero estoy viendo que todos mis compañeros serán suspendidos; prefiero hecharme la culpa; castígueme a mí pero así estaré salvando el año de mis compañeros; creo que es un buen sacrificio a cambio del bienestar de estos muchachos a los que quiero mucho"; el maestro no lo podía creer y casi con lágrimas en los ojos dijo: "vean la nobleza de su compañero ¿quien puede estar dispuesto a sacrificarse por sus compañeros?; no creo que haya gente igual; gracias a él ustedes se han salvado, pero como tampoco es justo castigar a un inocente, también lo perdono a él; quiero que quede bien claro que no siempre encontrarán a uno igual y sólo les pido que este compañero sea un ejemplo para todos ustedes"; al final del discurso también había lágrimas en varios de nosotros, pero como consecuencia de habernos aguantado la risa.

Localizamos en el techo vestigios de lo que fue el tiro del horno, como aquí apreciamos.

Nos retiramos del taller con algo de nostalgia al ver en lo que se había convertido.

No estoy muy seguro, pero creo que el Servicio Médico está en el mismo lugar; yendo por el corredor de norte a sur del lado derecho, frente a lo que fue la alberca.

Transitando por el corredor de la planta baja, hacia el sur, tomamos esta foto en donde se  aprecia lo que era la Dirección, en la parte superior; en la planta baja podemos ver uno de los patios, convertido en estacionamiento; ¿ven el pasillo del último piso? pues allí subieron unos chistosos el auto "Opel" de un Maestro; el problema fue que después ya no lo podían bajar.

En el mismo corredor, está una especie de galería que muestra la obra de Juan O´Gorman.

Entrando a la Escuela seguía uno de frente hasta el corredor y allí estaba la Prefectura que mostramos en la foto, sólo que la puerta está ahora en la parte lateral; aquí checaban los Profesores y nos cuidaba celosamente el Prefecto "Ojo de Águila" con su eterna frase "ya estás en la lista negra"

En el pilar que mostramos junto a Elvira, se ponía "El Cantinflas" para bolear los zapatos; cuando terminaba aplicaba tinta en los bordes de las suelas diciendo "y ahora va su Gerolán"

En el pilar del fondo, entrando a la Escuela a mano izquierda, se ponía "El Panes" vendiendo la mitad de una telera (no recuerdo bien si era pan roll) untada de cajeta y crema por la módica cantidad de 20 centavos; lo curioso era que usaba el bote de cajeta para sentarse; alguien nos comentó hace muchos años que "El Panes" murió sin dejar familia y su último deseo fue que se entragara a la Vocacional el monto de sus ahorros, algo así como $50,000.00 en agradecimiento por las facilidades que le dieron durante tantos años.

Dimos fin a nuestra visita no sin antes tomarnos la última foto de grupo; en la tercera fila del extremo derecho vemos a un compañero de la Generación 61 que se nos unió, Héctor Sánchez Ceballos.

En el famoso bar "La Rambla" que en nuestra época se ubicaba a unos metros de la Escuela y que ahora está del otro lado de Dr. Río de la Loza, nos reservaron 25 lugares en la terraza; aquí vemos una parte de la mesa.

Otro aspecto de la mesa.

Manuel Cantón, Claudio Flores, Beto Hidalgo, Joel Narváez y Gonzalo Farfán, quien se presentó muy elegante de traje y corbata.

Ivonne, Sergio Quezada, Rosy, Manuel y Claudio

Beto, Joel, Gonzalo, Armando López "Lobito", Alice y Rafa Paredes.

Fidel Rebolloso, Raúl Ángeles, compañero de la Generación 79, León Sametz, Javier Chávez y Celia (de perfil Gonzalo Luna)

Gonzalo Luna, Felícitos Hernández; Felipe Varea, Juan Manuel Lucia, Álvaro González y Rodolfo Carballo.

Álvaro, Rodolfo, Yola e Ivonne.

León Sametz, Javier Chávez, Celia, Roberto Santana, Vylma de González Sosa, Amilcar González y Gonzalo Luna.

En un  momento de euforia capatamos a León, "Lobito" y Javier.

El último en incorporarse a la comida fue Octavio De La Torre (sentado en primer plano con camisa a cuadros), quien disfrutó de la convivencia al igual que todos los chómpiras.

Llegó el jefe de meseros a atender a Javier; cuando lo vimos, su cara nos pareció conocida; le pedimos posara para la cámara.

Y aquí lo vemos de frente con traje obscuro; todos nos preguntamos ¿es "El Tacuches" de incógnito pero como de hace 10 años? ¿o es su hermano menor?; con esto nos despedimos no sin antes comentar que nos la pasamos muy bien, añorando nuestros días en que nuestra máxima ambición era llegar a la ESIME, compartiendo el pan y el vino con nuestros más queridos compañeros y, a final de la jornada, ¡haciendo rondas de dominó! ¿que más podíamos pedir? ¡¡¡Gracias Elvira y Sergio por los momentos felices que nos hicieron pasar!!!